Escuela de Grumetes conmemora 60 años del hundimiento de la Escampavía “Janequeo”
Viernes 15 de agosto de 2025En una solemne ceremonia, la Institución recordó a los 52 servidores navales que perdieron la vida en acto de servicio, reafirmando el legado de los “Héroes de la Paz”, Cabo Leopoldo Odger y Marinero Mario Fuentealba.
Talcahuano. En el Patio Memorial de la Escuela de Grumetes “Alejandro Navarrete Cisterna”, se efectuó la ceremonia conmemorativa por los 60 años del naufragio de la Escampavía “Janequeo”, unidad de la Armada que zozobró el 15 de agosto de 1965 durante un fuerte temporal en la costa de Manquemapu, al sur de Corral, y en el que perdieron la vida 52 servidores navales.
El acto fue presidido por el Delegado Presidencial Regional Subrogante del Biobío, Humberto Toro, junto al Comandante en Jefe de la Segunda Zona Naval, Contraalmirante Arturo Oxley. Asistieron autoridades civiles y militares de la Región del Biobío, invitados especiales y familiares de los héroes recordados.
El hundimiento de la “Janequeo” ocurrió mientras la unidad intentaba remolcar al patrullero “Leucotón”, que días antes había encallado en las cercanías de la isla San Pedro. Durante la maniobra, el cable de remolque se enredó en su hélice, siendo la unidad arrastrada contra la roca Campanario, donde impactó repetidamente hasta partirse en dos.
En medio de la emergencia, surgieron ejemplos de heroísmo que perduran en la memoria institucional, destacando el Cabo Leopoldo Odger y el Marinero Mario Fuentealba. Ambos fallecieron tras rescatar a varios de sus camaradas de las aguas, siendo ascendidos de forma póstuma al grado de Suboficial Mayor y distinguidos con la medalla “Al Valor”, motivo por el cual son recordados como los ‘Héroes de la Paz’.
Desde el 1 de agosto de 2002, sus restos descansan en el Patio Memorial de la Escuela de Grumetes, como un ejemplo que ilumina el camino de las nuevas generaciones de marinos que se forman en la “escuela de altivos marineros”.
Durante su discurso, el Director del plantel, Capitán de Navío Andrés Balaresque, recordó pasajes de la tragedia y relevó el legado de honor y valentía de ambos héroes, resaltando que “desde este lugar, Odger y Fuentealba se constituyen en una guía imperecedera para cada generación de grumetes que pasa por esta escuela”.
Homenaje
En memoria del Cabo Odger y el Marinero Fuentealba, se realizó una acción de gracias por su eterno descanso. Posteriormente, familiares, autoridades y representantes de agrupaciones institucionales depositaron ofrendas florales en la cripta donde yacen sus restos.
En la ocasión, hicieron uso de la palabra el hijo del Marinero Fuentealba, Mario Fuentealba Sandoval, y su hermano, el Suboficial Mayor Gabriel Fuentealba, quienes agradecieron a la Institución por mantener vivo el recuerdo de ambos héroes, manifestando que, con orgullo, son parte de esta ceremonia.
Por su parte, el Delegado Presidencial Subrogante, Humberto Toro, resaltó que “quienes seguimos en la sociedad construyendo más generaciones, el mejor homenaje que le podemos rendir a estos héroes es ser cada vez mejores”.
Al finalizar, el Contraalmirante Oxley agradeció la presencia de las autoridades, invitados y, en especial, a las familias Odger y Fuentealba. “El legado de los Héroes de la Paz, que ofrendaron sus vidas por sus camaradas, es el norte más grande que podemos tener los marinos. Los jóvenes que se forman en esta escuela requieren de liderazgos como el que nos dieron el Cabo Odger y el Marinero Fuentealba”, concluyó.