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Martes 19 de octubre de 2010

Discurso del Comandante en Jefe de la Armada en recepción al Grupo de Tarea Naval 33

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Durante estos días hemos sido testigos, y en el caso particular de la Armada de Chile, actores principales, de una operación de rescate sin precedentes en la historia, la que tiene ribetes de heroica, y que sin lugar a dudas, ha despertado los más profundos sentimientos en el alma nacional.

Me refiero al rescate, tras 69 días de encierro, de los 33 mineros atrapados en la mina "San José", por un equipo multidisciplinario conducido por el Gobierno.

Pero el proceso del rescate en sí, no fue producto de una casualidad, ni tampoco fue un golpe de suerte; sino que tal como lo expresó el viernes pasado en su Editorial, el influyente diario "The Washington Post"; respecto a la historia de los 33 mineros: "esta fue una historia fascinante en sus muchos aspectos, desde el drama de los hombres atrapados bajo tierra, a la ansiedad de sus familiares que los esperaban en la superficie, como también a la operación misma de salvamento, precaria, pero finalmente exitosa".

Que verdad más cierta lo que dice el diario norteamericano en relación al rescate; somos una nación pequeña, pero aguerrida en el más amplio sentido de la palabra, capaz de reinventar y reutilizar elementos que, en el caso del rescate, no estaban diseñados para esa operación puntual; pero ahí estuvo esa capacidad del chileno, que permitió emplear y potenciar maquinarias diseñadas para otros fines.

Después del rescate, la expresión "hecho a la chilena" tiene otra dimensión, tal como lo dijera Su Excelencia el Presidente de la República; ahora "a la Chilena" es decir "bien hecho", con inventiva, con creatividad y especialmente con SOLIDARIDAD; este último concepto, profundamente arraigado en el ADN de los chilenos, aflora a plenitud, cuando las circunstancias apremian.

Nuestra Armada, junto a otras Instituciones fundamentales de la República, estuvo ahí; no sólo con su personal de apoyo y rescatistas, sino que además, con un fuerte trabajo intelectual y técnico por parte de ASMAR, en el diseño, en conjunto con técnicos de CODELCO, de las ya famosas cápsulas "Fenix", con las cuales se materializó el rescate, tarea que surgió de la orden que diera el propio Presidente de la República en su última visita a la Base Naval de Talcahuano.

Esta capacidad, que a veces pareciera escondida o aletargada, siempre despierta en los momentos claves, y nos hace sentir profundamente orgullosos de ser chilenos, y en esta ocasión, en forma especial, de nuestros ingenieros, técnicos y obreros; pues en un trabajo de equipo, han sido capaces de lograr esta hazaña, donde el asombro y la congratulación mundial, han coronado el esfuerzo de un gran equipo de hombres y mujeres de diversos ámbitos que se unieron por una causa común.

Hoy he querido reunirme con ustedes, el personal componente de la "Fuerza de Tarea Naval 33", para manifestarles personalmente, el reconocimiento de la Armada y en especial de este Comandante en Jefe, por el excelente trabajo hecho; el que ha merecido la admiración, respeto, agradecimiento y cariño de todos los Chilenos y, por qué no decirlo, del mundo entero.

Su ejemplo de profesionalismo, abnegación y sentido del cumplimiento del deber, demostrado durante toda la operación "San Lorenzo", nos hacen sentir orgullosos de tener dentro de nuestras filas, gente que es capaz de dar todo su esfuerzo y entrega personal en pos de salvar la vida de un compatriota.

Asimismo, en esta oportunidad quisiera hacer un reconocimiento especial a sus familiares, hoy aquí presentes, por la fortaleza y el apoyo demostrados hacia ustedes durante el desarrollo de esta titánica operación, que no estuvo exenta de preocupaciones, riesgos y angustias, pero que sin lugar a dudas, hoy nos llena de legítimo orgullo.

Finalmente, quisiera manifestar que la Marina de Chile, se siente profundamente partícipe de este éxito nacional, porque allí puso a un grupo de lo más preciado que tiene: "ustedes, su gente"; quienes al igual que ayer, supieron cumplir a plenitud con su deber. Es por ello que puedo afirmar, con la misma profunda satisfacción y humilde alegría que lo manifestara a 622 mts de profundidad, el Aspirante a Oficial de Mar, Sargento 2° Roberto Ríos Seguel a todo nuestro país y al mundo entero, esa noche del 13 de octubre, cuando llegó a la superficie el último minero: ¡Misión Cumplida CHILE¡

Dotación de la Fuerza de Tarea Naval 33: ¡Bravo Zulu!