Domingo 15 de agosto de 2010
Un día como hoy...
15 de agosto de 1965
Mientras cumplía maniobras para auxiliar al patrullero “Leucotón”, varado en Caleta Lliuco, naufragó la escampavía “Janequeo” de la Armada, luego de cortarse las cadenas de sus anclas y quedar inmovilizada al enredarse un cable de remolque en su hélice manteniéndose a la deriva hasta su trágico final. El buque era sometido a grandes vaivenes y sobre sus cubiertas caían toneladas de agua producto de olas de 15 metros.
Al cumplirse en la fecha los 50 años de acaecida esta desgracia que enlutó los estandartes de la Marina de Chile, se recuerda con grandeza la personalidad del Capitán de Corbeta Marcelo Léniz Bennett, Comandante de la “Janequeo”, quien presintiendo la tragedia, dirigía con serenidad y coraje el infausto destino de su buque en su ruta hacia el holocausto, observando como su nave era arrastrada irremediablemente hacia las rocas hasta estrellarse contra ellas en aterrador choque. Su única esperanza ante el conmovedor desenlace, era sino librar su navío, al menos salvar a su tripulación.
De esta manera la indefensa embarcación comenzó a golpearse con furia sobre los arrecífices mientras su estructura se despedazaba en cada bandazo. Alrededor de las 09:50 horas se quebró el palo mayor que cayó con estruendo sobre cubierta, sembrando a bordo muerte y desolación. Una piedra de las llamadas agujas penetró en el puente matando al marinero Rigoberto Mena, e hiriendo de muerte al Capitán de Fragata Claudio Hemmerdinger Lambert, Jefe de la Partida de Salvataje.
En otro estrellón, el Capitán Léniz que no abandonó jamás el Puente de Mando, en un gesto sublime que honra su memoria, cedió su salvavidas a un joven marinero, para luego caer aturdido por un golpe sobre cubierta, mientras el buque se partía en dos hundiéndose en las aguas. Perdieron la vida en el accidente, el Comandante Hemmerdinger, el Capitán Léniz, el Subteniente Félix Nieto Prats y los Guardiamarinas Hugo Kromic Mayorga y David Tapia Meneses, más cuarenta y dos hombres de su dotación.
El desastre elevó asimismo a la categoría de héroes en tiempos de paz al Cabo de Máquinas Leopoldo Odger Flores y al Marinero Mario Fuentealba Recabarren, quienes perecieron valerosamente en la acción, al rescatar a varios de sus compañeros desde las tenebrosas aguas.
El Cabo Odger, de dotación de la "Janequeo", ya salvo en tierra y a pesar de estar seriamente herido, regresó al embravecido mar para salvar a dos de sus camaradas, al intentar ayudar a un tercero, las fuerzas incontrolables de la naturaleza pudieron más que él y lo arrastraron en la vorágine, falleciendo a los 37 años de edad.
Por su parte el Marinero Fuentealba, de dotación del patrullero "Leucotón" varado en la playa fue el primero en integrar una partida de salvataje para auxiliar a los marinos de la "Janequeo" que se debatían en las furiosas olas. En esta acción luego de rescatar a un tripulante de las aguas llegó en estado inconciente a la playa, siendo atendido por lugareños. Una vez repuesto Fuentealba decidió consagrar su vida a la de sus compañeros, logrando salvar a cuatro marinos, siendo arrastrado por la corriente en los momentos que puso a salvo al último de ellos. Falleció a la edad de 2l años.