Lunes 20 de agosto de 2007
Soldados Chilenos ayudan a niños más pobres de Haití
Santiago. Estado Mayor de la Defensa Nacional. Entre dulces y peluches, los hombres y mujeres que trabajan diariamente en la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití, aparte de cumplir con las extenuantes jornadas en terreno, se han impuesto la misión paralela de llevar un poco de alegría extra en las visitas que realizan a las instituciones que albergan niños abandonados y enfermos.
Es así como en Cap Haitien, mediante las labores de la Sección de Coordinación Civil Militar (CIMIC) del Batallón Chile, se programan visitas a orfanatos y hogares que, en su mayoría, son dirigidos por religiosos y misioneros, que extreman sus recursos para brindar atención digna a los más necesitados en sus centros de rescate.
Esta semana el personal de CIMIC, efectuó dos visitas de carácter solidario. La primera de ellas comenzó muy temprano, teniendo que atravesar el centro de la ciudad de Cap Haitién, para llegar hasta el Hogar de los Misioneros de los Pobres. Una sede de la congregación, integrada por hermanos de distintas nacionalidades, cuyo propósito es llevar el apostolado hacia las personas más desposeídas, enfermos terminales, niños abandonados, dementes, etc. Este hogar hospeda 60 hombres y 60 mujeres en el pabellón de adultos. Allí se pueden observar personas enfermas, postradas, con retrasos mentales o malformaciones. El hermano Roshan Ekka Mop, nos cuenta que "subsisten con el aporte de particulares y donaciones internacionales que son coordinadas desde Jamaica en donde está la sede central de esta congregación".
También funciona el orfanato de niños; la mayoría están enfermos, sin embargo, a pesar de sus limitaciones, los pequeños en mejores condiciones salen a recibir a los militares chilenos pidiendo que los tomen en brazos para sentir su afecto. En dicho lugar permanecen 50 niños que han sido abandonados por estar enfermos, lisiados, ser portadores de SIDA o por presentar enfermedades mentales. En la pequeña sala hay pequeños van desde los pocos meses de vida hasta la adolescencia.