Miércoles 8 de septiembre de 2004
Satisfactoriamente concluyó primera fase de propuesta pública convocada por las Fuerzas Armadas
Ayer terminó la etapa denominada “apertura de sobres” para la Propuesta Pública que se efectuó por tercera vez por medio de la cual las instituciones castrenses se abastecerán de víveres, vestuario y equipos de trabajo.
Santiago. Servicio de Relaciones Públicas de la Armada. En forma conjunta las Fuerzas Armadas, por tercera vez, realizaron un concurso público para abastecerse de víveres, vestuario y equipos de trabajo.
La licitación fue enfocada a aquellas empresas que estuvieran inscritas en el Registro Institucional de Proveedores y que hubiesen comprado las bases.
A través de esta modalidad el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea pretenden conseguir importantes rebajas, teniendo en cuenta el gran volumen de compra, puesto que se considera a todo su personal.
Además, se pretende dar mayor auge a la industria chilena, esto teniendo en cuenta que los oferentes entregan sólo artículos nacionales.
El comité está presidido por los Directores Logísticos de cada Institución, a nombre de
los Comandantes en Jefe, quienes acordaron poner en práctica el concepto de economía de escala que se pretende implementar.
La llamada "apertura de sobres" de las diferentes propuestas presentadas se realizó durante dos jornadas. El día miércoles 8 de septiembre pasado se estudiaron las ofertas de víveres, mientras que ayer jueves 9 se analizaron las ofrecimientos de vestuario y equipos de trabajo.
En tres semanas el Comité formado para esta ocasión decidirá cuáles son las propuestas más satisfactorias para las Fuerzas Armadas.
La primera vez que se puso en práctica este tipo de compra fue en agosto de 2003, cuando se hizo una propuesta interinstitucional en el área de la educación, salud y alimentación, la que tuvo resultados positivos para las Fuerzas Armadas, mientras que la segunda vez fue hace un año cuando se licitaron víveres, vestuario y equipos de trabajo.
Durante estos tres concursos realizados las Fuerzas Armadas han adquirido la experiencia suficiente para homologar productos comunes, optimizando el tiempo y los recursos utilizados.