Click acá para ir directamente al contenido

Martes 27 de marzo de 2007

Peregrinación a la Cruz de los Mares

Imprimir artículo A+ A-

Cabo de Hornos. Departamento de RelaImagen foto_00000003ciones Públicas de la Tercera Zona Naval. Este sábado 24 de marzo se realizó la Conmemoración del Vigésimo Aniversario de la inauguración de la Tercera "Cruz de los Mares", en Cabo Froward.

La Ceremonia fue presidida por la Intendenta de la Duodécima Región de Magallanes y Antártica Chilena, Eugenia Mancilla Macias; el Diputado de la República, Rodrigo Álvarez Zenteno; el Comandante en Jefe de la Tercera Zona Naval, Contraalmirante Edmundo González Robles; el Obispo de la Diócesis de Punta Arenas, Monseñor Bernardo Bastres Florence y el Presidente de la Cofradía de los Capitanes del Cabo de Hornos, Contraalmirante (R) Roberto Benavente Mercado.

Imagen foto_00000002Luego del izamiento del Pabellón Nacional, el Contraalmirante (R) Roberto Benavente Mercado recordó en su discurso, que el principal motivo que lo incentivó a presidir la comisión para levantar la "Tercera Cruz de los Mares", fue la visita que realizaría SS Juan Pablo II a la Región de Magallanes. Además, explicó que para evitar que ésta se derrumbara nuevamente, se diseñó una nueva estructura metálica de 33 toneladas que fue construida por partes en la ciudad de Punta Arenas y transportada hasta el Cabo Froward por helicópteros de la Armada.

El Comandante en Jefe de la Tercera Zona Naval, CA Edmundo González Robles mencionó en su discurso que "entendemos que la Cruz de Cabo Froward es un símbolo de esperanza en la adversidad de todos los hombres de mar, y en especial, de todos aquellos que hemos tenido la suerte de, alguna vez, navegar en las aguas de esta querida región".

Imagen foto_00000001Luego, Monseñor Bastres ofició una liturgia a todos los peregrinos, alrededor de 400, quienes llegaron a este punto más austral de la América Continental. Cabe destacar que, estas personas fueron embarcadas en seis unidades pertenecientes a la Tercera Zona Naval, quienes desde tempranas horas de la madrugada comenzaron su larga travesía.

Finalmente, se descubrió una placa recordatoria que fue donada por la inmobiliaria Cruz de Froward, dando término a esta concurrida ceremonia, para empezar nuevamente, el descenso del majestuoso peñón de 400 metros.