Martes 25 de octubre de 2005
Nieta de Sir Ernest Shackleton en Valparaíso
Conoció el Edificio de la Armada de Chile, el Museo Naval, la Escuela Naval y el Rompehielos Oscar Viel
Valparaíso. Departamento de Relaciones Públicas de la Primera Zona Naval. En el marco de la visita que se encuentra realizando a nuestro país Lady Alexandra Schakleton, nieta del navegante inglés Sir Ernest Shackleton, Comandante del "Endurance", el martes 25 de octubre conoció algunas dependencias de la Armada de Chile en Valparaíso.
Su visita comenzó con el arribo al Edificio de la Armada de Chile donde se reunió con el Subjefe del Estado Mayor General de la Armada, Contraalmirante Robert Gibbons Hodgson. A continuación, se dirigió al Cerro Artillería para conocer las instalaciones del Museo Naval y Marítimo.
Lady Schackleton, quien se encuentra acompañada por el Curador del Museo Polar de la Universidad de Cambridge, Mr. Robert Headland continuó su recorrido en la Escuela Naval "Arturo Prat". A su llegada, fue recibida y acompañada por el Director de la Escuela Naval, Capitán de Navío Don Carlos de la Maza Urrutia, quien junto a Oficiales del establecimiento mostraron las modernas instalaciones académicas, deportivas y de habitabilidad que posee el plantel.
Posteriormente, presenciaron la Ceremonia de Relevo de Honor y luego realizaron un recorrido por las dependencias del recinto. El recorrido incluyó el Hall de la Espada del Comandante Prat, donde Lady Shackleton firmó el libro de visitas. La Actividad finalizó con un almuerzo en el Casino de Oficiales.
La visita a las dependencias de la Armada de Chile finalizó con a bordo del Rompehielos "Oscar Viel", donde Lady Shackleton fue recibida por su Comandante, el Capitán de Navío Francisco Azócar Nelson.
Actividades en la Tercera Zona Naval
Cabe destacar que Lady Schackleton participó en la Celebración del 485° Aniversario del Descubrimiento del Estrecho de Magallanes, que se efectuó en Puerto Williams, con una ceremonia cívico-militar realizada frente Monumento de la Proa del "Escampavía Yelcho".También estuvieron presente, Jaime y Fernando Pardo Huerta, nietos del Piloto Luis Pardo Villalón, quién junto con la tripulación del Escampavía "Yelcho" de la Armada de Chile, rescataron el 30 de Agosto del año 1916; a una veintena de sobrevivientes de la Expedición de Shackleton, tras la pérdida del HMS Endurance, cerca de la Isla Elefante - Antártica Chilena.
Shackleton y el Piloto Pardo
En agosto de 1914, recién declarada la Primera Guerra Mundial, zarpó de Inglaterra en su tercera expedición a la Antártica el intrépido explorador británico, Sir Ernest Shackleton, gran figura de la época heroica de las investigaciones antárticas europeas.
Su intención era atravesar la Antártica desde el mar de Weddell al mar de Ross, es decir, cortar la Antártica pasando por el Polo Sur o cerca de él. Contaba para ello con el "Endurance", un velero mixto de tres palos, de 300 toneladas, con máquina a vapor y acondicionado para la empresa y el "Aurora", que debía zarpar desde Australia para recibir a los expedicionarios en el Estrecho de Mac Murdo, inmediato al mar de Ross.
Lamentablemente el año 1915 fue extremadamente crudo en la Antártica y el 18 de enero el "Endurance" quedó atrapado en los hielos. Los expedicionarios, después de luchar durante diez meses contra la glacial e inhóspita naturaleza, tuvieron que soportar las presiones de toneladas de hielo, que en su constante deriva aprisionaba al buque.
El 25 de octubre la nave se montó sobre un témpano quebrándose el timón, la popa y luego la quilla. No quedó otra cosa que abandonarlo, mientras el hielo iba destrozando poco a poco su superestructura, hasta que el 21 de noviembre, el "Endurance" desapareció de la superficie del mar.
Acampando en los témpanos, los náufragos fueron derivando hasta llegar a la isla Elefante, donde se establecieron refugiándose en los botes boca abajo para cubrirse del tremendo frío.
Shackleton partió en un bote hasta el norte en busca de auxilio. Después de mucho bregar y luego de infructuosas tentativas en las islas Falkland, no pudo obtener ayuda. Luego llegó a Montevideo, donde se le procuró ayuda, pero el buque enviado en socorro de los náufragos no pudo llegar a su destino.
De nuevo en las islas Falkland, siguió a Punta Arenas, en un cutter con la esperanza de obtener en Chile la ayuda necesaria. Recurrió entonces al Almirante don Joaquín Muñoz Hurtado, Director General de la Armada, quien pidió autorización al gobierno y con ella dispuso que el Almirante Luis V. López, Jefe del Apostadero Naval de Magallanes, le proporcionara a Shackleton un buque.
Se prefirió la escampavía "Yelcho", buque de 467 toneladas, viejo, sin calefacción y ni alumbrado eléctrico, sin radio, de borda baja y sin doble fondo. Era simplemente una audacia su envío. Se cambió al Piloto Pardo desde la escampavía "Yáñez" al "Yelcho" y se confió en la calidad de éste y su gente, su pericia y su coraje. Lo secundaba el Piloto 2o. León Aguirre Romero, que acababa de regresar del viaje de la goleta "Emma".
Luis Pardo zarpó con el "Yelcho" el 25 de agosto de 1916, navegando por ruta de canales a tomar el Beagle.
Cruzó el mar de Drake con buen tiempo, muy baja temperatura y con neblinas, a veces cerradas y otras que un ligero viento permitía observar en parte el horizonte y divisar los numerosos témpanos que comenzaban a aparecer.
El día 28 la neblina se cerró totalmente. Al amanecer el día siguiente aclaró un tanto el horizonte, permitiendo ver hasta una distancia de una milla, por lo que aumentó el andar a toda fuerza.
Pardo prefirió seguir navegando al máximo de su velocidad para poder llegar de día a la isla Elefante, donde se hallaban los 22 hombres del "Endurance". El día 30 de agosto, cerca de las 11 de la mañana aparecieron las primeras rompientes del extremo norte de la isla Elefante y se reconocieron las rocas Seal, a dos y media millas de distancia.
Sorteando los témpanos, la escampavía "Yelcho" comenzó a rodear la isla, oteando para ubicar el campamento, hasta que a las 13:30 horas, con general alegría, vieron a los náufragos ubicados en un bajo, teniendo por un lado un enorme ventisquero y por el otro los altos picachos de la isla.
La "Yelcho" arrió rápidamente una chalupa en la cual se embarcaron Shackleton y sus acompañantes y se dirigieron inmediatamente a tierra, donde el entusiasmo era indescriptible, en medio de vivas y agitar de trapos de indefinible color.
Después de una hora de trabajo duro para vencer las rompientes, los náufragos se encontraban a bordo de la "Yelcho".
El Piloto Pardo obró con tino e inteligencia. Las determinaciones durante la navegación fueron sabias y oportunas y supo aprovechar las circunstancias favorables del tiempo con habilidad y decisión, todo lo cual redundó en el más completo éxito.
Desde que el buque zarpó, como no tenía medio alguno para comunicar su situación ni las experiencias de ese viaje relativamente incierto, la ansiedad en el Apostadero Naval de Magallanes era aún mayor.
Al regreso el buque experimentó un fuerte temporal en el Paso Drake, que se generalizó en toda la zona. En medio de un fortísimo temporal arribó a Punta Dúngenes el 2 de septiembre. Como no pudo desembarcar para informar al Apostadero el éxito del rescate, siguió a Río Seco donde allí lo hizo.
Informado el gobierno, éste envió las felicitaciones del caso del Ministro de Marina, a las que se acompañaron la del Director General de la Armada. La recepción en Punta Arenas constituyó una fiesta popular.
La escampavía "Yelcho" se puso a disposición de Sir Ernest Shackleton para ser conducido a Talcahuano y Valparaíso. El buque llegó empavesado a Valparaíso y fue saludado por todas las naves de la Escuadra con sus tripulaciones formadas en cubierta y en medio de un enjambre de embarcaciones menores que lo escoltaron hasta el fondeadero, entre un ruido ensordecedor de pitos y sirenas.
Ambos personajes de singular celebridad fueron recibidos por el Presidente de la República, don Juan Luis Sanfuentes. Allí aprovechó Shackleton de agradecer la colaboración del gobierno de Chile.
Al Piloto Luis Pardo Villalón se le anotó su proeza como nota de mérito especial en su Hoja de Vida, así como se le hizo figurar con honor en la Orden del día de los buques y reparticiones de la Armada.