Jóvenes se acuartelaron para cumplir su Servicio Militar

Pasadas las 13:00 horas, los 161 reclutas que cumpliran con su SMO en el CENIR, se embarcaron en el remolcador con rumbo a la Isla Quiriquina.

Talcahuano. Departamento de Relaciones Públicas de la Segunda Zona Naval. Jóvenes provenientes del norte, centro y sur del país se integraron a las filas de la Armada para cumplir con su Servicio Militar Obligatorio en la Institución por un período de 22 meses.

De los 486 ciudadanos convocados, 325 lo realizarán en el Centro de Entrenamiento Básico del Cuerpo de Infantería de Marina (CENBIM) y 161 en el Centro Naval de Instrucción de Reclutas (CENIR). Durante su período de instrucción se les enseñará nuevas destrezas y conocimientos, así como a acrecentar aquellos valores que ya en sus hogares han aprendido, con el fin de servir a la Institución y por medio de ella a toda la Nación. Durante su permanencia en la Armada podrán perfeccionarse en distintas áreas para que una vez terminado su períododel Servicio Militar vuelvan a la civilidad y desde ahí seguir contribuyendo al desarrollo del país.

Durante la despedida, los instrucciones compartieron con los padres quienes realizaban las últimas preguntas con referencia a la instrucción que recibiran sus hijos.

La ceremonia de acuartelamiento se efectuó el 8 de agosto, en el Fuerte Borgoño, del Destacamento de Infantería de Marina Nº3 "Aldea", la que fue presidida por el Comandante en Jefe de la Segunda Zona Naval, Contraalmirante Daniel Arellano Walbaum, quien les dio la más cordial bienvenida a lo nuevos reclutas en nombre del Comandante en Jefe de la Armada y los felicitó por la decisión tomada de servir a la Patria. "Esta es una aventura que los marcará para el resto de su vida, las vivencias, las experiencias y las enseñanzas que aprendan durante estos meses les servirán para toda su existencia (...)", enfatizó el Contraalmirante Arellano.

486 ciudadanos de todo el país se acuartelaron para cumplir con su Servicio Militar en la Armada.

Emotivo fue el momento en que los reclutas del segundo contingente de este año se despidieron de sus padres, familiares y amigos que los acompañaban, donde las lágrimas fueron imposibles de contener.