Sábado 13 de mayo de 2006
Homenaje del Personal en retiro FFAA y de Orden
Previamente, a las 08:30 horas, se efectuó la tradicional Revista Preparatoria por parte de las Fuerzas de Presentación que desfilarán el día domingo 21 de mayo
Valparaíso. Departamento de Relaciones Públicas de la Primera Zona Naval. Con un desfile que se realizó el sábado 13 de mayo a las 17:00 horas en el Monumento "A Los Héroes de Iquique", alrededor de 500 personas pertenecientes al Personal en Retiro de las Fuerzas Armadas de Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana rendieron un homenaje a las Glorias Navales con motivo de conmemorarse el Centésimo Vigésimo Séptimo Aniversario del Combate Naval de Iquique. Esta importante ceremonia fue presidida por el Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, Contraalmirante Gustavo Jordán Astaburuaga.
Previamente, a las 08:30 horas, se efectuó la tradicional Revista Preparatoria por parte de las Fuerzas de Presentación que desfilarán el día domingo 21 de mayo.
A continuación publicamos la alocución patriótica a cargo del Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval, Contraalmirante Gustavo Jordán Astaburuaga:
"Es un honor para quien les habla, representar a la Armada para agradecer este solemne Homenaje a los Héroes de Iquique, que aquel lejano 21 de mayo asombraron al mundo entero por su increíble valor y heroísmo.
Ustedes recordarán junto conmigo con que cariño y emoción nos enteramos por primera vez, cuando éramos unos niños, de aquella Epopeya de Arturo Prat y cómo estas evocaciones y emociones se han ido transmitiendo de generación en generación hasta la actualidad.
Sin ir más lejos, aún resuenan las bandas de los miles de estudiantes que rindieron hoy, un emotivo Homenaje a las Glorias Navales.
Todos los que nos encontramos reunidos aquí, ante este más que centenario monumento, tenemos raíces comunes.
Nuestras vidas fueron moldeadas en el crisol del ejemplo de las figuras de Prat, Serrano, Aldea, Mutilla, Riquelme y tantos otros.
Todos sabemos que lo aconteció en Iquique y Punta Gruesa no fue fácil de lograr. Para luchar con valentía y sobreponerse a un combate tan desigual, se requiere de un temple, de un coraje, de un amor a la Patria, de una lealtad y una voluntad de lucha ejemplares, que sólo lo logran los que son superiores, muy bien mandados y mejor aún motivados.
Todo indica que aquel día en Iquique pesó sobre nuestros marinos la enorme tradición heroica de nuestros héroes de las guerras de la Independencia, los ejemplos de Cochrane, Blanco Encalada, Miller y de los otros, junto con la calidad humana y virtudes de mando del comandante de la añosa corbeta, quien con el ejemplo de toda su vida ya había sido un héroe en la paz y en la guerra.
Pero no tan sólo el accionar de Prat fue ejemplar, lo magistral e increíble del Combate Naval de Iquique es que toda su dotación, hasta el último grumete, todos, sin excepción, combatieron con un valor sin igual, hasta el final.
Ninguna orden de Prat en aquel 21 de mayo de 1879 fue improvisada. El contenido de la famosa arenga mostró a un Comandante sereno, inteligente, valiente, leal, de una gran calidad moral, consecuente con sus principios de toda su vida.
En síntesis, mostró a un marino y líder ejemplar, que había sido probado ya su valor en combate. Su valor personal en situaciones límites había sido demostrado en aquel fuerte temporal que acaecido en 1874. Aquí en Valparaíso, en que pese a estar enfermo en cama, se las arregló para embarcarse en su buque con el riesgo de su propia vida, logrando con su acción evitar un desastre mayor.
Al revisar y estudiar con atención la vida de Arturo Prat, desde aquel niño cadete que entró a la Escuela Naval a la edad de 10 años, su desempeño como oficial, sus esfuerzos para convertirse en abogado, su gran cariño por su esposa e hijos, sus acciones de bien público, la defensa legal que efectuó a sus amigos, en fin toda su vida, es un ejemplo a seguir hasta el día de hoy, no tan sólo para los marinos, sino que por todos los chilenos.
A cada uno de los marinos que cayeron aquella mañana en Iquique, es necesario reconocerles y agradecerles hoy el haber señalado a Chile el rumbo a seguir.
Agradecerles el habernos legado una invaluable lección de heroísmo y de sacrificio por la Patria, el habernos transmitido un sentido del ser y del quehacer que continuará guiando a la Marina hasta la eternidad.
¡Marinos de la Esmeralda y la Covadonga, muchas gracias vuestras lecciones de vida y valentia!. Si la Patria así lo exige, la Armada toda sabrá cumplir con el deber que ustedes nos impusieron allá en Iquique y Punta Gruesa. ¡Marinos de la Esmeralda y la Covadonga, descansen en paz!
Muchas gracias".