Jueves 4 de julio de 2013
Escuela de Grumetes conmemora 145º años habiendo finalizado con éxito el proceso de acreditación educacional
Talcahuano. Departamento de Relaciones Públicas de la Segunda Zona Naval. Con la participación de Oficiales del Alto Mando Naval, encabezados por el Comandante de Operaciones Navales Vicealmirante José Miguel Romero Aguirre, se desarrolló este miércoles la ceremonia conmemorativa del aniversario N° 145 de la Escuela de Grumetes "Alejandro Navarrete Cisterna"; plantel que forma al personal de Gente de Mar de la Armada de Chile desde el 3 de julio de 1868, el que en sus orígenes se llamó Escuela Elemental y Profesional de los Aprendices de la Armada de acuerdo al Decreto Supremo firmado por el Presidente José Joaquín Pérez Mascayano y su Ministro de Guerra y Marina, Federico Errázuriz Zañartu.
El director del plantel de formación de Gente de Mar, Capitán de Navío Juan Alberto Lerdón Parra, junto con recordar a ilustres Marinos egresados de esta Escuela, como Micalvi, Vargas, Aldea, Ugarte, Ortiz, Gálvez, Cabrales, Cortés y Bravo, también se refirió a los principales hitos que han marcado estos 145 años.
Desde que la Escuela de Grumetes se asentó en la isla Quiriquina se ha desplegado un continuo esfuerzo para mejorar los servicios básicos, de infraestructura y de conectividad, "lo que ha contribuido directamente a mejorar la calidad de la educación impartida y la calidad de vida de los residentes", indicó el Comandante Lerdón.
En este contexto destaca la creación del himno de la Escuela en 1935, la construcción del gimnasio en 1956, la instalación del sistema de agua potable en 1958 y el cable eléctrico submarino 1960. Entre los años 1968 y 1976 se adquirieron los transbordadores "Meteoro", "Sobenes" y "Grumetes Pérez". En 1976 fue cerrada y techada la piscina y posteriormente calefaccionada.
Entre las décadas ´60 y ´90 se consolidó la infraestructura educacional y de habitabilidad. Dentro del proceso de integración de reparticiones, entre los años 1999 y 2004, se integraron a la Escuela los Grumetes Infantes de Marina, Mayordomos, Cocineros, Artesanos Navales, Litorales, de Sanidad y en 2009 ingresaron las primeras mujeres de línea.
Actualmente la Escuela de Grumetes se encuentra finalizando el proceso de acreditación, el que según destacó el Comandante Lerdón se ha desarrollado con un alto grado de excelencia gracias al trabajo de Oficiales, profesores y Gente de Mar del plantel "quienes han contribuido significativamente a mejorar la calidad de la educación impartida, prestigiando a la Institución".
En relación a este tema, el Director de Educación de la Armada, Contraalmirante Víctor Zanelli, indicó que con este proceso se cumple un importante objetivo en el ámbito educacional de la Institución, que permitirá a la Escuela de Grumetes estar acreditada ante el Consejo Nacional de Acreditación "y eso es un reconocimiento a la calidad de la educación en la Armada de Chile y para nuestro país".
Historia
El Plantel formador inició sus actividades el 8 de marzo de 1869 a bordo del Vapor "Valdivia", con siete alumnos de Valparaíso, uno de Constitución y once de Concepción. Entre los Oficiales del Buque Escuela se encontraba el entonces Teniente 2º Arturo Prat Chacón.
Por disposición suprema, el 1º de mayo de 1876 la Escuela de Aprendices de Marineros fue transbordada al Vapor "Abtao", siendo su Director el Capitán de Fragata Francisco Rondizzoni. A su vez, por Decreto Nº 1.138 del 16 de noviembre de 1876, firmado por el Presidente Aníbal Pinto y su Ministro de Guerra y Marina Belisario Prat, la Escuela de Aprendices de Marineros pasa a llamarse "Escuela de Grumetes", fijándole una dotación de 50 plazas.
Al cumplirse cien años desde su creación, la Armada le dio el nombre de "Alejandro Navarrete Cisterna", en recuerdo del primer Grumete que alcanzó el escalafón de Oficial de Mar por su destacada carrera naval, llegando en su ascenso hasta el grado de Capitán de Navío en forma póstuma.
La presencia de la Escuela en la Isla Quiriquina es muy importante en el proceso formativo de los alumnos, ya que les permite estar en contacto directo con el mar, desarrollando actividades náuticas con las cuales comienzan a forjar su espíritu marinero; a la vez, aprenden a quererlo y respetarlo, conscientes de que este será el escenario natural donde transcurrirá gran parte de su vida como marinos.