Miércoles 2 de junio de 2010
Emotivo reencuentro familiar marcó zarpe desde Venezuela del Buque Escuela "Esmeralda"
Un miembro de la dotación de la Dama Blanca, se reencontró con su padre luego de no verlo por 37 años, en el puerto de La Guaira.
La Guaira, Dirección de Comunicaciones de la Armada. Luego de cumplir un extenso programa de actividades en el puerto venezolano de La Guaira, en el marco de la Regata Bicentenario-Velas Sudamérica 2010, esta mañana zarpó desde este puerto el Buque Escuela "Esmeralda", al mando del Capitán de Navío Ignacio Mardones Costa, con rumbo a Santo Domingo, en República Dominicana.
Entre las actividades realizadas, se cuenta la visita a bordo del Comandante General de la Armada de la República Bolivariana de Venezuela, Almirante Carlos Aniasi Turchio, acompañado de miembros del Alto Mando Naval venezolano. También una serie de actividades en puerto, que mezclaron cultura y esparcimiento para la dotación de la Dama Blanca.
Sin embargo, un emocionante reencuentro familiar marcó la visita del bergantín goleta a Venezuela. El Sargento 2º Miguel Bravo, mayordomo de la "Esmeralda", tuvo la oportunidad de recibir la visita de su padre, a quien no veía desde hace 37 años. "Cuando tuve el itinerario en mis manos y figuraba Venezuela entre los países que visitaría el Buque Escuela, se prendió una luz de esperanza en mi corazón. En mi familia estaban felices por la posibilidad que tenía de conocer a mi padre" señaló el sargento Bravo.
El día 30 de mayo, a las 10:15 de la mañana, mientras esperaba en cubierta conversando con el Comandante Mardones y el Agregado Militar de Chile en Venezuela, ocurrió el esperado reencuentro. Su hermano, residente en la ciudad de Barinas en Venezuela, le comentó que su padre ya sabía de su arribo a La Guaira y que iría a visitarlo. Cuenta el sargento Bravo que "miro desde la cubierta y veo un hombre, de aspecto humilde, con un periódico en la mano entrando por el portalón. De inmediato supe que era él, ya que fue verme al espejo. Bajé a recibirlo, lo miré a la cara y le pregunté si era Miguel Bravo". Al recibir una respuesta afirmativa, el sargento le dio un apretón de manos y comenzó una conversación que esperó 37 años en suceder.
Finalmente, el emocionado marino comentó que "esto quedará en mi memoria para siempre, ya que no sólo marca un hito en la historia de mi vida, sino que también marca uno más en la historia naval de este velero. Estoy orgulloso de ser dotación de este buque y participar en esta regata".
La Dama Blanca continuará su participación en la Regata Bicentenario y tiene previsto recalar al puerto dominicano de Santo Domingo, el día 6 de junio.