Colegio Arturo Prat despidió a alumnos de la Escuela F-502 Cerro Zaror

 

Talcahuano. Departamento de Relaciones Públicas de la Segunda Zona Naval. Durante un año y medio, en forma alternada, las comunidades del colegio Arturo Prat y de la Escuela F-502 Cerro Zaror compartieron un espacio común para desarrollar sus programas educativos, donde docentes y alumnos - en su conjunto- tuvieron la oportunidad de conocerse mutuamente y ante la adversidad supieron actuar como uno para superar las dificultades dejadas por la emergencia del 27 de febrero de 2010.

Cabe recordar, que producto del movimiento telúrico las dependencias de la escuela básica F-502 de Talcahuano se vieron severamente deterioradas, situación que se repetía en diversos lugares de la comuna con otros establecimientos educacionales, lo que exigía un trabajo conjunto de las diversas entidades involucradas para buscar soluciones que permitieran dar inicio a las actividades académicas en la comuna.

 

Ante este escenario, la Armada de Chile a pesar de tener muy dañada la Base Naval de Talcahuano, en virtud de su relación casi bicentenaria que la une al puerto de Talcahuano y haciendo honor al legado del ilustre marino cuyo nombre lleva el colegio, quiso ser parte de este trabajo poniendo a disposición de las autoridades educacionales las dependencias del colegio Arturo Prat, establecimiento dependiente de la Dirección de Bienestar Social de la Institución. Luego de una serie de coordinaciones, el 17 de abril de 2010, el Ministro de Educación, acompañado de autoridades de Gobierno, de la Armada, de la Ilustre Municipalidad de Talcahuano, delegaciones de profesores y estudiantes, inauguró el año escolar en el colegio Arturo Prat y dio la bienvenida a los alumnos de la escuela F-502 Cerro Zaror a este establecimiento educacional.

Este proceso de colaboración que se extendió durante todo el año 2010 y el primer semestre de 2011, fue clausurado con una ceremonia presidida por el Comandante en Jefe de la Segunda Zona Naval, Contraalmirante Matías Purcell, en la que estuvo presente el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, el Jefe Provincial de Educación de Concepción, José Fuentealba, el Director de Administración de Educación Municipal de Talcahuano, Max Cabezas y delegaciones de ambos establecimientos educacionales.

 

El Contraalmirante Purcell manifestó "hoy nos hemos reunido para destacar tal vez una de las experiencias más positivas e importantes que esta emergencia nos permitió vivir. Todos coincidíamos en que debíamos poner nuestro mejor esfuerzo para llevar adelante la reconstrucción y así recuperar nuestra ciudad, nuestros centros productivos y nuestros lugares de trabajo, pero a este proceso debíamos ponerle rostro, alma y corazón; y en Talcahuano se lo dimos a través de la educación".

En este contexto, destacó e hizo un reconocimiento a las comunidades escolares del colegio Arturo Prat y de la escuela F-502. "Alumnos, docentes, apoderados y administrativos - encabezados por su directora Iris Carrillo - son un ejemplo de constancia, esfuerzo y espíritu de superación, porque a pesar de la adversidad que les tocó vivir se sobrepusieron a la destrucción de su establecimiento educacional y continuaron con el mismo compromiso de siempre con sus labores académicas, aquí en la Base Naval de Talcahuano. También quiero reconocer en la comunidad del colegio Arturo Prat, encabezada por su rectora Cristina Vilicic, el compromiso que han tenido en este proceso de reconstrucción, quienes en forma solidaria fueron capaces de acoger a quienes tanto lo necesitaban. Con su desempeño honraron el nombre de Arturo Prat y de la Marina de Chile. Luego de un año y medio, con orgullo clausuramos este proceso, cumpliendo con éxito el compromiso adquirido por el Comandante en Jefe de la Armada ante las autoridades municipales y educacionales".

 

Iris Carrillo, directora de la escuela F-502 Cerro Zaror, agradeció la ayuda, el esfuerzo y el compromiso brindado por la Armada. En tanto, el alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra, recordando los múltiples acontecimientos que tuvieron lugar durante los días posteriores al 27 de febrero de 2010, señaló que dentro de todo lo ocurrido se debe extraer lo mejor y "dentro de lo positivo estuvo el aporte generoso que expresó ese corazón de chileno y de marino para esos niños que lo necesitaban. Al abrir las puertas del colegio Arturo Prat se dio paso a una integración social que se transforma en una fortaleza para todos nosotros, saldo favorable de todo este proceso, lo que permitió entre otras cosas que ambas comunidades escolares conocieran otras realidades, que ambos sistemas educacionales confluyeran en un mismo espacio, lo que es un aporte incalculable para la formación de nuestros jóvenes".