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Martes 28 de septiembre de 2004

Buque Oceanográfico Vidal Gormaz celebró sus 12 años al servicio de la Armada de Chile

En su discurso el Comandante de la unidad destacó la destacada carrera naval y el aporte a la oceanografía del Capitán de Navío Francisco Vidal Gormaz.

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Discurso del Capitán de Fragata, Jorge Aguirre Moltedo Comandante del Buque Oceanográfico "Vidal Gormaz"

Valparaíso. Departamento de Relaciones Públicas de la Primera Zona Naval. En una solemne ceremonia efectuada ayer el Buque Oceanográfico AGOR "Vidal Gormaz", dependiente de la Primera Zona Naval, celebró sus doce años al servicio de la Armada de Chile.

La ceremonia fue presidida por el Comandante en Jefe de la Primera Zona Naval (s), Capitán de Navío José Miguel Romero Aguirre y contó con la presencia del Jefe del Centro de Entrenamiento Táctico de la Armada, Capitán de Navio Patricio Storaker Molina; del Jefe del Estado Mayor de la Comandancia en Jefe de la Aviación Naval, Capitán de Navío Fernando Rojas Guembes; el Jefe del Servicio Religioso de la Armada, Capitán de Navío RL José Luis Cancino Coloma; comandantes de unidades de la Escuadra y del Comando Anfibio y Transportes Navales, ex comandantes de la unidad; científicos que se han embarcado como jefes científicos en los cruceros efectuados y ex condestables de la unidad.

Luego del discurso y de la oración se hizo entrega de un presente recordatorio a los ex comandantes presentes en la ceremonia.

A continuación el discurso alusivo a cargo del Comandante del Buque Oceanográfico "Vidal Gormaz, Capitán de Fragata Jorge Aguirre Moltedo:

"Hoy se cumplen 12 años, desde que al medio día del 28 de septiembre de 1992, se izara por primera vez nuestro Pabellón Nacional en el ex buque de la Armada de los Estados Unidos de Norteamérica "Thomas Washington", pasando a denominarse, "Vidal Gormaz", en una ceremonia oficial, efectuada en la marina del Instituto Oceanográfico "Scripps", en San Diego, California.

En dicha ceremonia, el Director de la Oficina Naval de Investigación, Dr. Fred Saafeld, en sus palabras representando a la Armada Norteamericana, hizo presente que el buque había navegado ya durante 27 años los mares alrededor del mundo, superando el millón de millas náuticas en sus cruceros de investigación, y que desde su perspectiva, el buque cambiaría su nombre, tripulación y bandera, pero no su misión, manteniéndose para siempre como buque oceanográfico al servicio de la investigación, deseándole en ello, todo tipo de buenas singladuras y éxito en el cumplimiento de sus cruceros.

Hizo presente además, que su denominación como "Thomas Washington", con que fue bautizado en Wisconsin el día de su lanzamiento al agua, había sido en homenaje a quien fuera un distinguido hidrógrafo de la U.S. Navy, y que llegó a ostentar el grado de Almirante, cumpliendo retiro tras 40 años de servicio.

Durante la ceremonia de traspaso, se produjo entonces una especial coincidencia en su denominación, al rebautizarse esta unidad como "Vidal Gormaz", también en homenaje a un distinguido hidrógrafo, en este caso chileno, el Capitán de Navío don Francisco Vidal Gormaz, quien es considerado como el padre de la hidrografía nacional, debido al gran volumen y calidad de estudios y trabajos hidrográficos publicados, de reconocido prestigio nacional e internacional y quien sirviera a la institución por 45 años de servicio efectivo.

Dentro de los trabajos realizados por este excepcional marino, se destacan la publicación del Primer Derrotero de la Costa de Chile en 1873, el Anuario Hidrográfico en 1874 y la elaboración del proyecto general de iluminación de la costa de Chile, trabajo tan acucioso que fue la base para la instalación de faros, boyas y balizas en nuestras costas, y que se mantienen hasta nuestros días.

 

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Agor "Vidal Gormaz" en el Estero Quitralco.

Es quizás por el buen ejemplo de esfuerzo y dedicación profesional de los esforzados marinos que dieron su nombre al buque, unido a los buenos deseos de éxito que recibiera desde su traspaso, que surge entonces la buena estrella que ha acompañado a la unidad en todas sus singladuras por nuestro país, y que encontramos en reiteradas ocasiones tras leer el historial, ya de cinco tomos de extensión.

Pero no todo ha sido producto de la mera buena estrella, también las dotaciones aquí representadas por algunos de sus excomandantes y excondestables, han sabido aplicar aquel dicho popular de que "a la suerte hay que ayudarla", y a lo largo de sus doce años de servicio en Chile, las dotaciones han desplegado una buena cuota de esfuerzo y dedicación profesional, para mantener el buque en un alto grado de alistamiento operativo y presentación general, y así llevar a feliz término todas las comisiones encomendadas, dentro de las que destacamos la realización de:

- 12 cruceros woce de investigación de circulación oceánica mundial
- 13 cruceros de investigación marina en el área de los fiordos, 5 de estos efectuados en la Antártica.
- 6 cruceros de investigación marina en las islas oceánicas.
- 10 cruceros Eenos, para el monitoreo del Fenómeno del Niño
- 3 fondeos de boyas oceánicas
- 2 cruceros de hidratos de gas submarinos
- 1 crucero hidrográfico en los accesos oceánicos del Archipiélago de los Chonos.
- y un sin número de tareas del ámbito naval, como rescate de tripulantes que han zozobrado en la mar, control naval de tráfico marítimo, control de contaminación del mar, recepción de visitas, filmaciones para programas de televisión y otras que no viene al caso detallar.

Tras cumplir todo lo anteriormente señalado, la unidad bajo Pabellón Nacional, a la fecha ha navegado un total de 206.732 millas náuticas que equivalen a 5,3 vueltas al mundo, permaneciendo en total 1.210,3 días en la mar, lo que da un promedio anual de 17.228 millas náuticas y una permanencia efectiva en la mar de 101 días al año.

Al igual que el Capitán de Navío Francisco Vidal Gormaz, cuya preparación profesional como hidrógrafo, lo llevó a un servicio más bien orientado al desarrollo de la Patria, que a la Defensa Militar de la misma, la naturaleza propia del buque y las tareas que este cumple, están sin embargo desvinculadas de la misión fundamental de la Armada, en lo que se relaciona con el resguardo de la soberanía del país.

 

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Durante sus navegaciones al sur del país.

A pesar de ésto, bien sabemos los marinos que lo hemos tripulado, la enorme contribución al desarrollo que ha significado para la Patria este buque, gracias al cual se han efectuado una serie de investigaciones, que han permitido mejorar el conocimiento que se tenía de nuestro mar y fondo marino, cuyo caso más emblemático y cercano, lo constituye el proyecto de hidratos de gas submarinos, que en el mediano plazo, permitiría solucionar el problema energético del país, a través del autoabastecimiento de gas natural, extraído del fondo marino. Sin esta plataforma, las universidades Católica de Valparaíso y de Chile, en conjunto con el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada, como responsables de esta importante iniciativa, tendrían que haber arrendado una unidad oceanográfica a otro país, a un costo al menos tres veces superior al que tuvo en Chile, y con ello, probablemente los fondos concursables, seguramente hubiesen resultado insuficientes.

Pero no solamente el país ha ganado económicamente con la existencia de esta unidad. Esta forma especial de trabajo, en la que se conforma un solo equipo, con una finalidad común e integrado tanto por civiles de la comunidad científica nacional, como por los marinos de guerra de nuestra Armada, ha tenido la oportunidad de conocer otra organización y formas para hacer las cosas, en que la sinergia originada es superior a la de cualquier otro grupo de trabajo, gracias al contacto diario a bordo y diferente formación profesional que cada uno posee.

Individualmente, como personas, cada uno también ha ganado; los científicos embarcados han aprendido a conocer como se trabaja en la Armada, qué piensa su gente, qué hacemos a bordo, para qué existimos, nuestras inquietudes, etc, y nosotros, a su vez, también nos hemos enriquecido con los conocimientos científicos especializados que generosamente nos han entregado y también hemos aprendido a valorar su pensamiento metódico, profundo y paciente. En síntesis, todos los que han participado directa o indirectamente en los cruceros efectuados, han salido favorecidos.

Esto último, a pesar de ser tan evidente y reconocido, a veces se nos olvida, o simplemente no nos percatamos de la importancia que tiene el dar testimonio de esta realidad, cada uno en nuestros respectivos ámbitos de acción, para que cuando sea necesario buscar el financiamiento para reemplazar este buque, ya con 39 años de vida, nuestras experiencias y vivencias sirvan para tomar una mejor decisión a las autoridades responsables.

Antes de dar término a mis palabras, quisiera agradecer la presencia del señor comandante en Jefe de la Primera Zona Naval (s), como así mismo, la de los señores comandantes de las unidades surtas en la bahía, a los excomandantes de este buque, ex jefes científicos que se han embarcado y ex condestables, cuya asistencia, ha contribuido a dar más realce y significado a esta ceremonia.

Dotación del Agor "Vidal Gormaz", que el ejemplo de entrega en el servicio diario a la Patria y perseverancia en el cumplimiento de sus funciones, que nos brindara el Capitán de Navío don Francisco Vidal Gormaz, y el de todas las dotaciones que nos han precedido, nos motiven a seguir cuidando con celo y total entrega a este querido buque.

Portemos con orgullo el delfín de nuestro distintivo, que heráldicamente representa la rapidez, diligencia y el espíritu inquieto y alegre de su noble dotación, que guiada instintivamente por la curiosidad, recorre inteligentemente los mares, observándolo todo, desde la superficie hasta las grandes profundidades del mar.

Y renovemos nuestro compromiso de servicio a la Patria, a través de un trabajo silencioso, intenso y profesional, para ser útiles y eficientes marinos, en beneficio de la investigación científica y con ello, contribuir a engrandecer nuestra Institución y la Patria.