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Miércoles 30 de agosto de 2006

Armada recordó hazaña del Piloto Pardo

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Colocación de ofrenda floral por parte de la Armada de Chile.

Santiago. Servicio de Relaciones Públicas de la Armada. Con un emotivo acto realizado a las 11:00 horas de hoy en el mausoleo donde descansan los restos del Piloto 1° Luis Pardo Villalón, en el Cementerio General en Santiago, la Armada de Chile rindió un sentido homenaje a la hazaña que hace 90 años efectuó este héroe naval al rescatar desde los hielos antárticos a la expedición científica liderada por el explorador británico Sir Ernest Henry Shackleton y que buscaba atravesar la Antártica desde el mar de Weddell al mar de Ross.

 

 

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Al acto asistieron descendientes del Piloto Pardo.

A la ceremonia asistió el Presidente del Centro de Ex - Cadetes y Oficiales de la Armada de Chile, Contraalmirante Eduardo Alvayay Fuentes; el Jefe de la Unidad de Coordinación del Instituto Antártico Chileno, Embajador Jorge Berguño Barnes; el Comandante de la Guarnición Naval de Santiago, Capitán de Navío Jorge Rojas Larraín; el Agregado de Defensa a la Embajada de Gran Bretaña en Chile, Coronel Richard Carrow; representantes de la Hermandad de la Costa Nao Santiago, del Centro del Personal en Retiro de la Armada "La Esmeralda", del Club de Suboficiales Mayores de la Armada, delegaciones de alumnos de la Escuela Básica Piloto 1° Luis Pardo Villalón de Valparaíso, del Colegio Piloto Pardo de Santiago y descendientes del Piloto Pardo.

 

 

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El Responso estuvo a cargo del Capitán de Fragata RL José Zenteno Olguín.

Tras un responso por el descanso del Piloto Pardo y por la protección de su familia, oficiado por el Capitán de Fragata RL José Zenteno Olguín, el Jefe del Estado Mayor de la Guarnición Naval Metropolitana, Capitán de Fragata Roberto Sandoval Santana efectuó una alocución conmemorativa a la proeza de este ilustre marino destacando el valor, coraje y determinación que poseía y con lo cual logró, al mando del Escampavía Yelcho, escribir una de las páginas más célebres en la historia marina de nuestro país. "Instamos a todos y especialmente a los más jóvenes a mantener viva la memoria de este héroe en tiempos de paz y a seguir su gran ejemplo", descató el Comandante Sandoval.

 

 

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Alumnos de colegios que llevan el nombre del ilustre marino recordaron la figura del Piloto Pardo.

Finalmente, representantes de las distintas instituciones asistentes al acto depositaron ofrendas florales ante el mausoleo donde descansan, desde 1935, los restos del Piloto 1° Luis Pardo Villalón.

 

El Piloto Pardo y Shackleton

En agosto de 1914, recién declarada la Primera Guerra Mundial, zarpó de Inglaterra en su tercera expedición a la Antártica el intrépido explorador británico, Sir Ernest Shackleton, gran figura de la época heroica de las investigaciones antárticas europeas.

Su intención era atravesar la Antártica desde el mar de Weddell al mar de Ross, es decir, cortar la Antártica pasando por el Polo Sur o cerca de él. Contaba para ello con el "Endurance", un velero mixto de tres palos, de 300 toneladas, con máquina a vapor y acondicionado para la empresa y el "Aurora", que debía zarpar desde Australia para recibir a los expedicionarios en el estrecho de Mac Murdo, inmediato al mar de Ross.

 

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Escampavía "Yelcho".

Lamentablemente el año 1915 fue extremadamente crudo en la Antártica y el 18 de enero el "Endurance" quedó atrapado en los hielos.

 

Los expedicionarios, después de luchar durante diez meses contra la glacial e inhóspita naturaleza, tuvieron que soportar las presiones de toneladas de hielo, que en su constante deriva aprisionaba al buque. El 25 de octubre la nave se montó sobre un témpano quebrándose el timón, la popa y luego la quilla. No quedó otra cosa que abandonarlo, mientras el hielo iba destrozando poco a poco su superestructura, hasta que el 21 de noviembre, el "Endurance" desapareció de la superficie del mar.

Acampando en los témpanos, los náufragos fueron derivando hasta llegar a la isla Elefante, donde se establecieron refugiándose en los botes boca abajo para cubrirse del frío. Shackleton partió en un bote hasta el norte en busca de auxilio. Después de mucho bregar y luego de infructuosas tentativas en las islas Falkland, no pudo obtener ayuda. Luego llegó a Montevideo, donde se le procuró ayuda, pero el buque enviado en socorro de los náufragos no pudo llegar a su destino.

 

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El "Endurance", de Shackleton, era un velero mixto de tres palos, de 300 toneladas y con máquina a vapor.

De nuevo en las islas Falkland, siguió a Punta Arenas, en un cutter con la esperanza de obtener en Chile la ayuda necesaria. Recurrió entonces al Almirante Joaquín Muñoz Hurtado, Director General de la Armada, quien pidió autorización al gobierno y con ella dispuso que el Almirante Luis V. López, Jefe del Apostadero Naval de Magallanes, le proporcionara a Shackleton un buque.

 

Se prefirió la escampavía "Yelcho", buque de 467 toneladas, viejo, sin calefacción y ni alumbrado eléctrico, sin radio, de borda baja y sin doble fondo. Se cambió al Piloto Pardo desde la escampavía "Yáñez" al "Yelcho" y se confió en la calidad de éste y su gente, su pericia y su coraje. Lo secundaba el Piloto 2o. León Aguirre Romero, que acababa de regresar del viaje de la goleta "Emma".

Luis Pardo zarpó con el "Yelcho" el 25 de agosto de 1916, navegando por ruta de canales a tomar el Beagle. Cruzó el mar de Drake con buen tiempo, muy baja temperatura y con neblinas, a veces cerradas y otras que un ligero viento permitía observar en parte el horizonte y divisar los numerosos témpanos que comenzaban a aparecer.

 

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Al encontrarse atrapado Shackleton escribió en su bitácora "...este es el final".

Pardo prefirió seguir navegando al máximo de su velocidad para poder llegar de día a la isla Elefante, donde se hallaban los 22 hombres del "Endurance".

El 30 de agosto, cerca de las 11 de la mañana aparecieron las primeras rompientes del extremo norte de la isla Elefante y se reconocieron las rocas Seal, a dos y media millas de distancia.

Sorteando los témpanos, la escampavía "Yelcho" comenzó a rodear la isla, oteando para ubicar el campamento, hasta que a las 13:30 horas, con general alegría, vieron a los náufragos ubicados en un bajo, teniendo por un lado un enorme ventisquero y por el otro los altos picachos de la isla.

La "Yelcho" arrió rápidamente una chalupa en la cual se embarcaron Shackleton y sus acompañantes y se dirigieron inmediatamente a tierra, donde el entusiasmo era indescriptible, en medio de vivas y agitar de trapos de indefinible color.

Después de una hora de trabajo duro para vencer las rompientes, los náufragos se encontraban a bordo de la "Yelcho". El Piloto Pardo obró con tino e inteligencia. Las determinaciones durante la navegación fueron sabias y oportunas y supo aprovechar las circunstancias favorables del tiempo con habilidad y decisión, todo lo cual redundó en el más completo éxito.

Desde que el buque zarpó, como no tenía medio alguno para comunicar su situación ni las experiencias de ese viaje relativamente incierto, la ansiedad en el Apostadero Naval de Magallanes era aún mayor.

Al regreso el buque experimentó un fuerte temporal en el Paso Drake, que se generalizó en toda la zona. En medio de un fortísimo temporal arribó a Punta Dungenes el 2 de septiembre. Como no pudo desembarcar para informar al Apostadero el éxito del rescate, siguió a Río Seco donde allí lo hizo.

Informado el gobierno, éste envió las felicitaciones del caso del Ministro de Marina, a las que se acompañaron la del Director General de la Armada.

La recepción en Punta Arenas constituyó una fiesta popular. La escampavía "Yelcho" se puso a disposición de Sir Ernest Shackleton para ser conducido a Talcahuano y Valparaíso. El buque llegó empavesado a Valparaíso y fue saludado por todas las naves de la Escuadra con sus tripulaciones formadas en cubierta y en medio de un enjambre de embarcaciones menores que lo escoltaron hasta el fondeadero, entre un ruido ensordecedor de pitos y sirenas.

Ambos personajes de singular celebridad fueron recibidos por el Presidente de la República, don Juan Luis Sanfuentes. Allí aprovechó Shackleton de agradecer la colaboración del gobierno de Chile.

Al Piloto Luis Pardo Villalón se le anotó su proeza como nota de mérito especial en su Hoja de Vida, así como se le hizo figurar con honor en la Orden del día de los buques y reparticiones de la Armada.