Armada de Chile y Marina de Brasil ejecutan en conjunto trabajos de descontaminación en la Antártica

 

Punta Arenas, Tercera Zona Naval. Aprovechando las condiciones meteorológicas de Bahía Fildes, nueve efectivos pertenecientes a la Armada de Chile y Marina de Brasil, ingresaron a aguas antárticas con la finalidad de verificar en terreno los niveles de contaminación en el área donde se encuentra hundido el yate brasileño "Mar Sem Fim".

Recordemos que el pasado 7 de abril el "Mar Sem Fim", de 20 metros de largo, naufragó en Bahía Fildes, en la isla Rey Jorge, debido a una compresión de hielos y a las adversas condiciones climáticas, esto fue dos días después que sus cuatro tripulantes fueran evacuados por personal naval de la Gobernación Marítima Antártica Chilena.

La cuidadosa maniobra, al mando del Gobernador Marítimo de la Antártica Chilena, Capitán de Fragata Eduardo Rubilar, se ejecutó con la ayuda de cuerdas para poder llegar hasta la superficie del mar, cuya plataforma de hielo varía entre los 6 y 30 centímetros de espesor, debiendo tomar todas las medidas de seguridad necesarias para verificar las condiciones del naufragio.

 

De esta forma, se confirmó un derrame de combustible diesel proveniente de los estanques de la embarcación, que almacenan un total aproximado de 8.000 litros. Además, se retiraron los residuos sólidos producto del naufragio, como bidones de bencina vacíos, boyarines y cilindros de gas que se encontraban atrapados por los hielos.

Con esta tarea, personal de la Armada de Brasil iniciará la planificación para la posterior descarga del combustible desde el interior del yate, como también, preparar las condiciones para una futura labor de salvataje de la nave por parte del armador.

Carta de agradecimiento
La siguiente es la carta de agradecimiento que hiciera llegar el Armador del yate hundido en Bahía Fildes el pasado 7 de abril, al Comandante en Jefe de la Armada de Chile, Almirante Edmundo González Robles:

Estimado Señor,
mi nombre es João Lara Mesquita, tengo 56 años, soy navegante, ambientalista y periodista. Por 20 años fui director de la Radio Eldorado, del grupo del periódico "O Estado de São Paulo", fundado en el 1875. Hoy trabajo como freelancer, soy fotógrafo, autor de documentales sobre el medio ambiente marino para la televisión, además de escribir artículos para periódicos y revistas sobre ese tema.

 

En marzo de este año, hice un viaje en mi barco de bandera brasileña, "Mar Sem Fim", a la Antártica, que por poco no resultó en una tragedia. Como ya debe saber, el barco se hundió el día 7 de abril, en la isla Rey George, frente a la Estación Marítima Antártica Bahía Fildes.

Con las horribles condiciones meteorológicas que tuvimos en aquella semana fue imposible hacer cualquier maniobra para salvar el barco después de tres días luchando para mantenerlo flotando. A lo largo de esos días tuvimos vientos de más de 50 nudos prácticamente ininterrumpidos. Para evitar que el barco se dirigiera hacia la playa, nos quedamos a bordo, fondeados y con los motores funcionando para que no nos arrastrara. Estuvimos sin dormir, con temperaturas que llegaban a - 9° C, con ventiscas y mar grueso entrando en la bahía.

El 4 de abril recibimos una previsión de tiempo que informaba que las condiciones iban a agravarse más, con vientos que llegarían a 80 nudos, del cuadrante ESE, SE, caída de temperatura a -14°C y olas de hasta 10 metros en las inmediaciones. Mi única opción fue abandonar "Mar Sem Fim" y pedir ayuda al personal de la Bahía Fildes para el rescate de mi tripulación.

Fuimos socorridos de manera ejemplar por el Capitán de Fragata Eduardo Rubilar Mancilla y sus hombres. Estuvimos hospedados en las dependencias de la Capitanía de Puerto Bahía Fildes hasta el día 7 de abril, donde fuimos tratados con simpatía, respeto y consideración.

 

Pocas veces en mi vida, tuve la oportunidad de ver un comportamiento tan eficiente, valiente y eficaz como el del personal de Fildes. Chile debe enorgullecerse de esos hombres. Mi gratitud a esos profesionales del salvamento marítimo es indescriptible. Su pericia, preparación y profesionalismo son ejemplos que jamás olvidaré.

Intenté decírselos mientras estuve en Fildes. Quise agradecer lo que hacían por nosotros, pero no lo aceptaban, educadamente. Arriesgarse para salvar personas y barcos en peligro es sólo el trabajo que quieren hacer, al cual se dedican con toda su pasión. Su modestia no permite elogios. Es solo su rutina diaria.

Quiero expresar mi gratitud y deseo felicitar a los hombres comandados por Eduardo Rubilar Mancilla. En mi nombre y de mi tripulación, quiero expresar mi gratitud a cada uno de ellos: Felipe Fuentes Lopez (Subjefe/Radiooperador), Luis Rayes Bugueño (chef cocina), Jose Aguayo Aravena (ingeniero electricista), Jonathan Retmal Mella (enfermero), Patricio Carrasco Ortega (logístico/lecánico), Nestor Palma Belmar (Abastecimiento) y Edinson Ruiz Reyes (Maniobras).

Cuando pienso en esos hombres del mar, estimado Almirante, me acuerdo de las palabras de Bertold Brecht: "hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año, y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles!" Así son los chilenos de Fildes: imprescindibles.

Lamento muchísimo el accidente. Estoy profundamente consternado por haber provocado problemas a la comunidad antártica, en particular a sus comandados de la Bahía Fildes. Estoy dispuesto a asumir la responsabilidad no sólo del naufragio sino también de eventuales impactos al medio ambiente en esa región. Por fin, le invito a visitar mi sitio web donde contamos todos los detalles de nuestra historia y de la ayuda que recibimos de la comunidad antártica: www.marsemfim.com.br > blog do mar.

Atentamente,
João Lara Mesquita