Un hombre al servicio del país navegó en la Dama Blanca: Pedro Pablo Díaz Herrera, Embajador de Chile en Australia

¿Cómo ha sido su experiencia a bordo?

Única, porque nunca lo había vivido antes, irrepetible; acontecimientos como estos marcan fuerte en la vida. Nunca había tenido la oportunidad de estar en un buque de guerra rodeado de gente noble que contribuye a la Patria; estando acá me siento mas macho, además nunca me había embarcado antes en un buque así, sólo en botes, yates o barcos. Ahora llevo 5 días navegando con ustedes desde que me embarqué en Jervis Bay.

¿Se siente como en casa estando en el buque emblema de Chile?
Si, me siento como en casa, o mucho más que eso. Me han acogido extraordinariamente bien, ha sido muy grato porque me han hecho sentir al mismo nivel que todos. He compartido y convivido con todas las personas de este buque; Cabos, Suboficiales, Oficiales, tomo desayuno hasta con el cura.

¿Cómo ha sido su experiencia en Australia como embajador de la Patria?
Es primera vez que soy embajador, yo no pertenezco al cuerpo diplomático de Chile ni de carrera, entonces es mi primera experiencia y me he dedicado a hacerlo lo mejor posible. Mi meta es llegar a ser el mejor embajador de Chile en Australia y la verdad es que por lo que me han dicho mis jefes -que son el Presidente de la República y el Ministro de Relaciones Exteriores- creo que lo he hecho muy bien, hemos avanzado. Se ha más que triplicado el comercio exterior, hemos creado cosas interesantes trabajando muy fuerte en los diferentes campos como la agricultura, la minería, la educación, etc, y ahora con mucha fuerza en el campo de la defensa donde también nos ha ido bien gracias a Dios. Tenemos un buen equipo y hemos sacado adelante a una embajada que antes era muy grande y ahora se ha reducido a sólo dos funcionarios. Me ha tocado recibir a dos Ministros de Estado, al Comandante en Jefe de la Armada, al Buque Escuela Esmeralda y ahora en Brisbane nos toca recibir a una delegación de Isla de Pascua. Ha sido duro pero estoy contento porque salí de un colegio -el San Ignacio- que tenía un gran emblema: "entramos para aprender y salimos para servir". Yo soy feliz sirviendo, me siento realizado sirviendo, especialmente sirviendo a los más débiles.

¿Cuáles son las mayores diferencias entre la cultura australiana y la chilena?
Son pueblos muy parecidos, estamos bajo el mismo cielo, ambos estamos al sur del mundo, somos países australes, tenemos el mismo invierno y verano, las grandes ciudades chilenas están en la misma latitud, la colonia chilena en Australia es por lejos la colonia latina mas importante y en calidad el chileno es muy bien comportado, estudioso, trabajador, esforzado, no crea problemas. Al estudiante chileno le va muy bien acá. Si bien somos muy parecidos a los australianos, ellos tienen una cultura anglosajona y nosotros somos mas latinos, por ahí nos podríamos diferenciar un poco.

¿Cuánto tiempo lleva en Australia?
Dos años, recién cumplimos el 24 de junio y los celebré a bordo de la Esmeralda.

¿Le gusta su vida actual o desearía volver a Chile?
Me gusta mi vida pasada, la actual y la futura, me encanta vivir. Todos los días me levanto feliz de estar viviendo, le doy gracias a mi Señor por tener garra, fuerza, pasión, me fascina vivir, ¡viva la vida!

Cuéntenos un poco de su rutina en la embajada
¡Uf! La Embajada está todos los días abierta desde las 8:30 de la mañana hasta las 16:00 horas a nivel de funcionarios. Yo llego a las 8:00 y me voy a las 18:00 horas para después seguir, porque uno es embajador las 24 horas del día. Todos los días las 96 embajadas celebran sus días nacionales y yo asisto a todas así como también los invito a todos a celebrar el 18 de septiembre. Me encanta participar de este tipo de eventos, y hay que sumarle lo que hace el Gobierno. Llego a mi casa cerca de las 21:00 horas. Vivo con mi señora quien también colabora conmigo, pertenece al grupo de mujeres; ella también es embajadora junto conmigo.

¿Qué ha sido lo más sorprendente que la ha ocurrido en Australia?
Pelear con un canguro, ja ja no, lo más sorprendente es haber podido hacer una actividad con resultados positivos y de envergadura para mi país con otras potencias hermanas en una cancha de golf, una de las cosas más grandes que he hecho como embajador, hacer de una cancha de golf y saber que se consigue tanto con una pelotita.

¿Qué hará en unos cuantos años más? ¿Se quedará en Sídney?
No vuelvo a Sídney a no ser que sea para andar en bote o porque el Comandante me invita de nuevo a participar del Buque Escuela, pero cuando vuelva a Chile quiero vivir en Chile, disfrutar a mis 5 hijos y 16 nietos, tratando de ser un buen ciudadano y preocuparme por los que más sufren, logrando que Chile sea mas equitativo. Quiero poder servir a la compañía de Jesús, integrarme en la Armada de Chile como Oficial de Reserva, tratar de pasarlo bien y vivir a concho, espero nunca calentar asientos, vivir con toda la pasión del mundo hasta el último suspiro.

¿Qué le parece la vida de los marinos, en especial a bordo de este buque?
Los marinos me han enseñado una cosa muy importante, que todos llevan su familia en el corazón, nadie se embarca solo. Me llama la atención que todos andan contentos y felices haciendo las cosas, aquí nadie llora, trabajan felices y entusiasmados todo el día, metiéndole pino.