Click acá para ir directamente al contenido

Domingo 16 de enero de 2011

Una histórica comisión VIP

Tras una tranquila navegación por el Estrecho de Magallanes, Canal Beagle y el Mar de Drake, el AP 41 “Aquiles” arribó a territorio antártico para, entre otras tareas, dar apoyo logístico y servir de plataforma para la visita del Presidente Sebastián Piñera a tres bases chilenas en el continente blanco.

Imprimir artículo A+ A-

Imagen
Mientras en los pasillos del buque se percibía agitación, en el puente de mando se respiraba tranquilidad y control. Era la maniobra de zarpe del AP 41 "Aquiles" con destino al continente blanco en el marco de la Campaña Antártica 2011/2012, que le designó a esta unidad dar apoyo logístico a la visita del Presidente de la República y otras autoridades.

 

Las primeras 60 horas que demoró el buque en llegar al continente blanco pasaron sin mayores contratiempos. El Mar de Drake daba cátedra de buen comportamiento y la tranquilidad de la navegación permitía pasear por el buque sin tropiezos. Ni hablar de la buena disposición, alegría y profesionalismo con que la tripulación efectuaba sus labores y que marcaron la pauta de conversaciones entre quienes, por una u otra razón, se encontraban a bordo de esta histórica comisión: el plan era estar el lunes 16 en Bahía Fildes, listos para recibir a los Presidentes de Chile y Uruguay, sus esposas y las 70 personas que integraban la comitiva presidencial.

 

A dos días del zarpe, durante la regular visita matutina al puente de mando, ahí estaba: el primer iceberg  a la vista. Poco a poco se distinguían varias siluetas y de pronto el buque estaba rodeado de enormes montañas de hielo. Era como estar en la cordillera y el mar a la vez. Invadió la alegría, la tripulación estaba contenta y se sentía la emoción de muchos que estaban cumpliendo un sueño.

 

El "Aquiles" se disponía a cumplir  con el traslado de científicos y militares de Ecuador y Venezuela a la Base ecuatoriana Pedro Vicente Maldonado, ubicada al frente de la Base Naval Arturo Prat en Bahía Chile, en la Isla Greenwich. Nos enfrentábamos, por primera vez, a la hostil geografía Antártica, y al mismo tiempo a su maravilloso sistema de vida, donde la interdependencia y cooperación son esenciales.

 

"Información general: su excelencia el Presidente de la República A BORDO"

 

Imagen
En medio de esta revelación, el buque y la tripulación comenzaban a alistar todo para recibir a las autoridades: papeleos, tarjetones, comedores, cambios de camarotes, zafarrancho, etc. El ambiente se ponía expectante, mientras el resto de los pasajeros disfrutaba de la rutina del buque.

 

Durante tres días, la más alta autoridad del país y su esposa, además del Presidente uruguayo José Mujica y la Primera Dama, parlamentarios, asesores y medios de comunicación vivieron a bordo del "Aquiles" para realizar una histórica visita a tres de las cuatro bases antárticas que Chile mantiene en territorio blanco, administradas por el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. El objetivo, dar a conocer la Política Antártica de Chile y el claro compromiso del Gobierno y sus Fuerzas Armadas con el continente austral para reforzar las dotaciones en Punta Arenas y Puerto Williams y posicionar ambas ciudades como plataformas de servicios antárticos, con el propósito de potenciar el turismo en el continente blanco; apoyar la presencia chilena en la Antártica con acento en las actividades científicas; fortalecer la presencia chilena en la zona, avanzando hacia una mayor penetración en el continente antártico; y adecuar la legislación que rige desde 1955 con la firma del Tratado Antártico, para ampliar el desarrollo de Chile en dicho continente.

 

Una operatividad combinada

 

Imagen
La Gobernación Marítima Antártica Chilena y Capitanía de Puerto de Bahía Fildes esperaba a las autoridades con la tranquilidad del deber cumplido y con el nerviosismo natural de una visita presidencial. El ambiente cálido de sus instalaciones y la amabilidad de la dotación, compuesta por ocho servidores entre Oficiales y Gente Mar, fueron cómodos atenuantes del frío recorrido de la comitiva por Villa Las Estrellas. En menos de una hora, toda la preparación de semanas hacía sentido y lo mostrado dejaba de manifiesto la importante labor de los Marinos en ejercer soberanía y cumplir con las labores de control del tráfico marítimo y tareas de comunicación y apoyo para la búsqueda y salvamento en el medio ambiente acuático en el mar antártico, donde transitan más de 300 buques al año.

 

Lo mismo se repitió en la Base Naval Arturo Prat en Bahía Chile, donde opera la Capitanía de Puerto "Soberanía" durante todo el año, al mando del Comandante de la Base y Capitán de Corbeta Marcos Salgado; en la Alcaldía de Mar instalada en la Base O´Higgins del Ejército en Rada Covadonga a cargo del Sargento 2° Litoral Carlos Luarte; y en la Capitanía de Puerto de Bahía Paraíso, que funciona sólo en temporada estival y se ubica en la Base Gabriel González Videla de la Fuerza Aérea, al mando del Teniente 2° LT Rafael Quijada.

 

Tras una navegación de regreso al continente no exenta de problemas -el Drake esta vez mostró su peor cara-, la dotación y pasajeros del buque regresaron a Punta Arenas con la certeza de haber formado parte de un hito histórico en medio de la emoción que significó, para muchos, estar por primera vez bajo el paralelo 56°.