Especialistas en constante modernización

GIROCOMPÁS

Fuerza de Submarinos

Especialistas en constante modernización

Submarinistas siguen trabajando en recuperar su base de Talcahuano y estrechan los lazos propios de esta rama de la Armada.

Seis unidades clase Holland, incorporadas cuando aún se hacían sentir sus devastadores efectos durante la Primera Guerra Mundial, hicieron entrar a la Armada de Chile en la era de los submarinos, el 4 de julio de 1917. A lo largo de 94 años, esta especialidad también ha hecho suyos los adelantos tecnológicos que han contribuido a hacer más efectiva esta arma, que se caracteriza por su sigilo y el poder disuasivo que otorga a cualquier país con intereses marítimos.

Tanto en tierra como en el mar, los submarinistas se entrenan con sus unidades U-209 y Scorpene, más el apoyo del buque madre de submarinos “Almirante Merino” y el plantel de formación de la especialidad en Talcahuano, con el fin de estar a la altura de los requerimientos que el siglo XXI les impone.

Como resultado del buen nivel en que se encuentran sus unidades, se puede destacar la exitosa participación que tuvo recientemente el submarino “Thomson” en el Ejercicio Chile Mar II en Estados Unidos, donde se practicó el rescate de dotaciones desde submarinos que han sufrido emergencias bajo el mar. Para ello se utilizó un sistema denominado SRC (Submarine Rescue Chamber), consistente en una cámara con aire que se sumerge hasta la unidad siniestrada para extraer a los tripulantes, entrenamiento que resulta de alto valor para salvar con vida a las dotaciones en el caso de un accidente.

“La Fuerza de Submarinos se encuentra en excelente estado operativo. Somos una fuerza de combate potente, furtiva, eficaz y estamos muy bien entrenados”, comentó al respecto el Comandante en Jefe de la Fuerza de Submarinos, Contraalmirante Osvaldo Schwarzenberg.

En cuanto al estado de la Base de Submarinos, señaló que “estamos recuperando las capacidades perdidas como producto del tsunami del año pasado. Quiero hacer un especial reconocimiento a la dotación de submarinistas 2010 que, gracias a sus Oficiales y Gente de Mar, lograron salvar a nuestras unidades”.

Añadió que “en este nuevo aniversario quiero señalar que estamos agradecidos de los submarinistas que nos precedieron, ya que gracias a ellos somos lo que somos. A las dotaciones actuales, que sigan con el entusiasmo y espíritu submarinista que nos caracteriza, y a los que se nos quieran unir, que en los submarinos van a encontrar a marinos orgullosos y profesionales, con mucha mística, que se preparan y entrenan para contribuir a ganar la guerra en el mar”.

El Capitán de Fragata Juan Alberto Lerdón fue el segundo Comandante del “Carrera” en Francia y luego ocupó el mismo puesto en el “O’Higgins”, cargo con que cruzó el Atlántico hacia Chile, para asumir en diciembre del 2009 como su Comandante titular.

Respecto de esta especialidad de la Armada comentó que se requieren ciertas condiciones especiales, como la voluntad para convivir en ambientes estrechos y renunciar a ciertas actividades debido a limitaciones de espacio y agua. Sin embargo, hizo ver que esto mismo es un incentivo para la camaradería y el respeto entre todos los miembros de la dotación.

El Comandante Lerdón, casado y con cuatro hijos, señaló además que los largos períodos de embarco se ven facilitados por la actitud independiente que está acostumbrada a asumir su esposa.

El Teniente 1º Patricio Puyol, se decidió por esta rama de la Armada al recoger el legado de su abuelo, a quien no conoció directamente, pero del cual escuchó sus historias como submarinista gracias a su familia. “Mi experiencia en la Fuerza de Submarinos ha sido muy motivadora, en especial luego de la primera vez en que debí asumir como Oficial de Guardia y tomar el control del submarino y su dotación, lo cual es una tremenda responsabilidad”, indicó.

Destacó además la participación que tuvo como Oficial de Enlace del “Thomson” en el Ejercicio Chile Mar II, oportunidad en que se sumergió hasta el lugar donde el submarino simulaba haber sufrido un accidente, logrando extraer a dos miembros de la dotación y comprobando en terreno la efectividad de este medio de rescate.

El Suboficial Mayor Edgardo Rodríguez cuenta con 34 años de servicio y en virtud de su experiencia ocupa el puesto de Condestable Mayor de la Fuerza de Submarinos. “Entre las comisiones que más valoro en mi carrera está el Ejercicio DESI del año 2001 en Estados Unidos, ya que al día siguiente de nuestro arribo se produjo el atentado a las torres gemelas del World Trade Center. Fueron días de mucha tensión, con máximas disposiciones de seguridad, pero a pesar de todo se hizo el ejercicio”, señaló el Condestable Mayor.

Agregó que “también recuerdo mi participación en el rescate de los 33 mineros de Copiapó y una comisión de más de 45 días a bordo del submarino ‘O’Brien’, que hoy está convertido en museo, lo cual me provoca una emoción muy grande, ya que fue la segunda unidad que tripulé”.

Además de su rol como submarinista, el Condestable Mayor es reconocido por su labor en el fútbol local, donde ocupa la presidencia de la Asociación de Árbitros de Talcahuano.

El Suboficial Edgardo Lagos es enfermero submarinista con 21 años en la especialidad, de los cuales valora sobre todo los dos años y medio que pasó en España junto a su esposa y sus dos hijas, en ese entonces de 15 y 11 años de edad, durante la etapa final de construcción y pruebas del submarino “Carrera”. “Esa fue una de las experiencias más importantes de mi carrera naval, porque sirvió para unirnos como familia y estrechar lazos que he tenido siempre en el recuerdo cuando me ha correspondido hacer navegaciones largas”, declaró.

Entre los episodios destacables de su especialidad como enfermero, citó la atención de un accidente que afectó a un miembro de la tripulación del “Carrera” cuando venían en navegación hacia Chile y su participación en el rescate de los 33 mineros de la compañía San José.

El Suboficial Lagos es conocido además por su afición a los deportes, en especial las competencias de duatlón, que consideran carreras a pie y en bicicleta.

Estas unidades pueden actuar en toda condición de clima y entorno geográfico.