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Viernes 5 de abril de 2013

Rompehielos “Almirante Óscar Viel” cierra Campaña Antártica 2012-2013

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El rompehielos "Viel" cumplió una exitosa participación en esta Campaña Antártica.

Bahía Fildes, Antártica chilena, Dirección de Comunicaciones de la Armada. En la última comisión dentro de la Campaña Antártica 2012-2013, el buque de la Armada de Chile, rompehielos "Almirante Óscar Viel", partió el pasado 31 de marzo de vuelta a Punta Arenas luego de 8 días prestando apoyo logístico para el cierre de las bases estivales en el continente blanco y reabasteciendo a las que se mantienen durante el resto del año.

 

En ésta, la Campaña Antártica número 67, además del "Viel", que lleva a bordo dos helicópteros UH-05 en comisión, han participado desde noviembre el transporte de personal y carga AP "Aquiles" y el remolcador ATF "Lautaro", de acuerdo al compromiso que cumple la Armada como soporte para los operadores antárticos tanto nacionales como extranjeros.

Durante los días en la Antártica el "Viel" realizó exitosamente distintas tareas. Después de cruzar el Paso Drake -mar que une las corrientes de los océanos Pacífico y Atlántico, provocando olas de hasta 8 metros- y recorrer 750 millas aproximadamente (1.389 kilómetros) desde Punta Arenas hasta la península antártica, comenzaron las faenas del buque.

El Comandante del mismo es el Capitán de Navío Claudio Yañez: "lo más difícil de una comisión como esta es llegar al continente antártico; el Mar de Drake y la distancia no son menores. Ese es el primer obstáculo, pero luego se deben planificar día a día, de acuerdo a la meteorología, todos los procesos que permiten dar el respaldo logístico necesario para que las bases antárticas sigan operando en esta zona tan extrema pero a la vez tan bella", dice.

 

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Una retroexcavadora siendo sacada del buque.

Por otra parte, "para nosotros es sumamente gratificante cuando pasamos por una base y logramos entregar nuestro apoyo. Las personas son felices con cosas tan simples como verduras. Además, les traemos lo necesario para mantener su bienestar en estas duras condiciones. Ver sus caras, la alegría con la que nos reciben por poder conversar y compartir con nosotros después de llevar meses aquí, son sensaciones que nos dejan muy contentos".

 

La presencia chilena en la Antártica consiste en bases administradas por el Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea (FACH) y el Instituto Antártico Chileno (Inach). El primer día de la comisión el buque se fondea en Bahía Chile -isla Greenwich, archipiélago Shetland del Sur-, donde se encuentra operando todo el año la Base Naval "Arturo Prat", y la dotación recoge en botes de goma a 15 hombres de la Brigada de Reparaciones Antárticas que después de 5 meses volverán a sus hogares. Su trabajo fue asegurar el buen funcionamiento de todos los servicios básicos como electricidad, calefacción, agua potable y sistemas comunicacionales de la base antes que comience el crudo invierno.

Pero además el buque reabastece el lugar con víveres de todo tipo. El Comandante de la "Prat", Capitán de Corbeta Hernán Oñate: "esta comisión es crucial porque toda la carga que nos traen es lo que usaremos durante el resto del año", dice."Hay cosas básicas", agrega, "una de las dos lavadoras que tenemos se nos echó a perder y el buque nos trajo ahora la correa necesaria para arreglarla. Hasta hoy éramos 24 personas y se hacía complicado no poder lavar lo suficiente".

 

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El Comandante del "Viel", Capitán de Navío Claudio Yáñez.


La siguiente parada es en Rada Covadonga, donde se ubica la Base O´Higgins del Ejército que se mantiene también todo el año. El "Viel" pasa a buscar a otros 22 miembros de la Brigada de Reparaciones pero esta vez de esa rama de las Fuerzas Armadas (FF.AA.). El total de personas es llevado a Bahía Fildes, donde está la base Presidente Eduardo Frei -operada en forma permanente por la FACH-, para tomar un avión hacia Punta Arenas. Allí se encuentra la Gobernación Marítima de la Antártica Chilena y opera la Capitanía de Puerto de Bahía Fildes que funciona igualmentede enero a diciembre, con 8 personas. Este es además el lugar donde viven 5 familias de personal de la FACH en Villa Las Estrellas.

Tanto en la Base O´Higgins como en la Capitanía de Puerto de Bahía Fildes se descargan contenedores con víveres y diversos materiales, pero en la primera hay que sacar además una retroexcavadora de 11 toneladas aproximadamente que está dividida en 5 partes, mientras que la segunda recibirá, por bombeo desde el buque, el petróleo suficiente para que las comunidades pasen bien los meses de más frío.

El Gobernador Marítimo de la Antártica chilena, Capitán de Fragata Juan Marcelo Villegas, quien lleva casi 4 meses en la Capitanía cuya labor principal es la búsqueda y rescate marítimo y el combate de la contaminación: "el apoyo de todos los buques que participan de la Campaña Antártica es fundamental ya que nos traen los suministros, tanto refrigerados como frescos, y todo lo básico para pasar el año aquí, como el combustible", dice. Al preguntarle cuánto tiempo más le gustaría quedarse en la Antártica comenta: "esta ha sido una experiencia muy entretenida y encantado me quedaría, pero obviamente hay que darle la oportunidad al resto de conocer lo espectacular que es este lugar".

Otro de los destinos del "Viel" fue Bahía Paraíso, donde está la Base Gabriel González Videla también de la FACH, que funciona sólo durante el verano y donde se ubica la Capitanía de Puerto de Bahía Paraíso, dependiente de la Gobernación Marítima de la Antártica Chilena. Allí, ambas ramas de las FF.AA. viven en la misma casa pero trabajan en forma independiente. El buque recoge a 12 personas para llevarlas a Bahía Fildes también a tomar un avión -4 de la Armada y 9 de la FACH-, además de todo el material que debe ser retirado para cerrar la estación.

 

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El Gobernador Marítimo de la Antártica Chilena, Capitán de Fragata Juan Marcelo Villegas.

Durante estos meses el trabajo consiste en controlar el tráfico marítimo y también en realizar búsqueda de rescate marítimo y combate de la contaminación en caso de ser necesario. El Capitán de Puerto de Bahía Paraíso, Teniente Segundo Rafael Quijada: "este tipo de comisiones son vitales; a través de los buques obtenemos apoyo logístico, agua y víveres para la temporada. Hace meses que no veo a mi familia, pero ya sentir el cálido recibimiento a bordo del rompehielos se siente como una segunda familia", cuenta.

Las partes de un todo
El Sargento Adolfo Calisto es el contramaestre del buque y está encargado principalmente de las maniobras. Existen tres maneras de trasladar carga: en la skúa o plataforma con motor, que sirve para contenedores, tambores de combustible o carga mayor como fierro; en un helicóptero que puede llevar personas y carga granel, o en un bote de goma que es para lo mismo.

"Trabajo con un equipo de comunicaciones que me mantiene en permanente contacto con el operador de la grúa y el huinchero quien es el que vigila los tambores de la misma", explica."Todas las comisiones que se hacen en la Antártica son de alto riesgo; estamos maniobrando en la parte más peligrosa de la Tierra, no sólo por las bajas temperaturas si no porque un hielo a la deriva es un peligro para el buque. Además es riesgoso para la gente, porque con tanto frío baja el nivel de atención de las personas, pero más allá de eso es muy relevante el apoyo que presta el buque para todas las bases en cuento a transporte de gente y carga", dice.

 

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La dotación del buque acerca a la orilla las provisiones que mantendrán a las bases durante el invierno.

Otro labor clave en el buque la realiza el meteorólogo Juan Carlos López, del Centro Meteorológico de la Armada en Punta Arenas (Cenmeteomag), quien es el encargado de entregar al Comandante del buque un informe del tiempo dos veces al día, lo que permite tomar decisiones anticipadas en cuanto a las faenas optimizando los tiempos y efectividad del trabajo.

"Lo más importante a considerar es la visibilidad y el viento. Por ejemplo, los botes de goma no pueden salir a navegar con más de 25 nudos de viento y al realizar un pronóstico se puede saber si cada base que se abastecerá cuenta con las condiciones necesarias, para así decidir por dónde empezar", explica.

Para eso, él baja información cada 12 horas desde internet -cantidad mínima para un lugar como la Antártica, con condiciones tan variables-, pero si bien el buque cuenta con toda la disponibilidad técnica existe un límite económico para acceder a la web, lo que significa una restricción en comparación con un trabajo hecho desde tierra donde hay acceso libre y normalmente se bajan datos cada 15 minutos, frecuencia óptima para tener precisión.

Ahí es donde su experiencia profesional de 13 años como meteorólogo cobra valor. Usa una imagen satelital que muestra qué está ocurriendo actualmente en un lugar determinado -como una fotografía- y en este caso examina el sur de América, el Mar de Drake y la península antártica para finalmente asesorar al Comandante del "Viel" para tomar decisiones.

 

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La base Gabriel González Videla de la FACH vista desde el aire. Aquí funciona la Capitanía de Puerto Bahía Paraíso que se cerró ahora y vuelve a abrir en noviembre.

El amigo forastero
Existen diversas estaciones antárticas diseminadas por el archipiélago de las Shetland del Sur. En la isla Rey Jorge, una de las más grandes del continente blanco, están las bases de china, llamada Gran Muralla de China, la de Uruguay, llamada Teniente Artigas, y la de Rusia, denominada Bellinghausen. Todas en la Bahía Fildes.

La cooperación mutua entre países es pan de cada día. Por ejemplo, existe una cordial relación entre la Armada de Chile y la base china; el "Viel" le trajo en su comisión pasada este verano 3 contenedores y ellos a su vez le prestaron al buque la panga; una plataforma como la skúa pero el doble de grande, que aunque requiere menos intensidad de viento para operarla ya que no cuenta con motor y se empuja con dos botes, agiliza la faena cuando no hay viento.

Yu Yong, Jefe de la estación china, recibe a los chilenos cordialmente y se comunican en inglés: "los chilenos son amigables, nosotros los invitamos a la base y jugamos básquetbol y ping-pong", comenta.

El Comandante Villegas cuenta que durante el verano hay mucha actividad con visitas de diversos países, pero en el invierno hay menos movimiento, "por eso ya nos pusimos de acuerdo entre las 4 bases para realizar una actividad semanal en conjunto que puede ser recreativa o deportiva, con comidas típicas, etc".

Por esos días fue Semana Santa y muchas personas volvían con el "Viel" de vuelta a sus casas a reencontrarse con sus familias, mientras otras se quedaban en el continente blanco hasta noviembre. El buque navegó liviano en su retorno a Punta Arenas; ya había cumplido su tarea.