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Miércoles 1 de marzo de 2006

Museo Naval recibe la histórica campana del Crucero Dresden

A bordo de la LST Valdivia, llegó ayer el grupo de exploradores, que además de recuperar la campana también encontraron un plato, una taza y una fuente, del crucero que fue sumergido el año 1915.

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De izq. a der.: el Tte. 1° Felipe Meza, el CC. Alejandro Peña y los buzos contratados por Alemania, Fernando Landeta y Felipe Mongillo.

Valparaíso. Departamento de Relaciones Públicas de la Primera Zona Naval. Tras el éxito de la "Exploración Arqueológica Submarina al Crucero Ligero Dresden", ayer a las 18:00 horas, arribó a Valparaíso la campana que fue rescatada en las costas de la Isla Robinson Crusoe, por un grupo de Arqueólogos del gobierno alemán, apoyados por la Armada de Chile y el Consejo de Monumentos Nacionales.

Tras la recalada de la LST "Valdivia", que trasladó a los científicos hasta dicho terrirorio insular, se realizó una conferencia de prensa, a bordo de ésta en la que su Comandante, Capitán de Navío Mauricio Madariaga Maluenda; el Doctor en Arqueología y Conservación Submarina, Willi Kramer y la representante del Consejo de Monumentos Nacionales; Claudia Prado, expusieron detalladamente todas las etapas del proyecto.

 

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La campana permanecerá por dos años custodiada y en proceso de reparación en el Museo Naval y Marítimo.

El interés por extraer la campana, comenzó hace 3 años, cuando los arqueólogos, vieron en un documental de televisión, la existencia de este histórico objeto. Luego de ésto, se puso en conocimiento al Gobierno Alemán, quienes a través del Consejo de Monumentos Nacionales, solicitó la cooperación al Gobierno de Chile para que a través de la Armada de Chile se materializara la iniciativa con el apoyo logístico y de personal necesario.

Finalmente, el día 21 de febrero, a bordo de la Barcaza Valdivia, que realiza anualmente en los meses de febrero, viajes al Archipiélago Juan Fernández, para apoyar a la población con el traslado de carga y el transporte de jóvenes que deben retomar sus estudios en el continente, se inició la etapa final de extracción.

 

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La Barcaza Valdivia, perteneciente al Comando Anfibio y Transportes Navales, permaneció una semana en este territorio insular.

"La Armada colaboró con todo lo que se relaciona con el apoyo logístico, es decir, el traslado, sostenimiento de los equipos de trabajo, un equipo médico, Cámara Hiperbárica y buzos de salvataje, que trabajaron en forma conjunta con el grupo del gobierno alemán", expresó el Comandante Madariaga.

Ya en el Archipiélago de Juan Fernández, el día 23 de febrero, comenzó la exploración a través del reconocimiento del área donde se encontraba el buque hundido; identificándolo y constatando sus características.

Al día siguiente, se dio inicio al proceso de extracción, en el que dos buzos civiles, Felipe Mongillo y Fernando Landeta y dos de la Partida de Salvataje de la Armada, el Capitán de Corbeta Alejandro Peña y el Teniente 1° Felipe Meza, descendieron alrededor de unos 70 metros de profundidad.

 

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En el viaje de regreso venían alrededor de 80 estudiantes que continuarán con sus estudios en Valparaíso.

El proceso final tuvo una duración de 7 horas en total, desde el descenso hasta la extracción a la superficie, pues las medidas de precaución que se utilizaron para no perder el objeto, les tomó bastante tiempo. "Es un buceo bastante complicado, lo que nos obligó a usar mezclas de helio, oxigeno y nitrógeno, para poder hacerlo y, además, el factor del tiempo también es complicado, pues es muy escaso para poder descomprimir el aire", explicó el Capitán Peña, quien supervisó los trabajos de exploración y extracción.

Al día siguiente, se realizó una segunda inmersión, para recuperar otros elementos, como un plato, una taza y una fuente, los que junto a la campana, fueron entregados temporalmente al Director del Museo Naval y Marítimo de la Armada de Chile, Capitán de Navío, Patricio Valenzuela Sotomayor.

El Proceso de conservación, que requerirá la campana, dura aproximadamente 2 años, pues los iones de sal que se encuentran actualmente líquidos en su superficie, deben desprenderse una vez que ésta esté seca. Para ello, el objeto de bronce, debe ser introducido en un recipiente con líquido especial, para asegurar su conservación.

Al finalizar la conferencia de prensa, la delegación alemana agradeció a la Armada de Chile, por la inmensa ayuda que prestó y sin la cual, habría resultado muy difícil esta gran hazaña.