Martes 2 de mayo de 2006
Boya Esmeralda será sometida a mantención
En una maniobra que no estuvo exenta de complejidad, personal de la Cuarta Zona Naval retiró del agua la tradicional boya Esmeralda, uno de los mayores íconos de la ciudad y que marca el lugar exacto donde yacen los restos de la Gloriosa Corbeta Esmeralda. La estructura será sometida a un exhaustivo proceso de mantención que la dejará en óptimas condiciones para la celebración de los 127 años del Combate Naval de Iquique

Iquique. Departamento de Relaciones Públicas de la Cuarta Zona Naval. En lo que bien podría representar el inicio de los preparativos para la celebración del Centésimo Vigésimo Séptimo Aniversario del Combate Naval de Iquique, durante la tarde de el viernes 28 de abril personal de la Cuarta Zona Naval cumplió con pleno éxito la maniobra de retiro de la boya "Esmeralda", uno de los íconos más representativos de la ciudad y que marca el lugar exacto donde yacen los restos de la Gloriosa Corbeta "Esmeralda".
La estructura, de 12 pies de diámetro y construida completamente de acero, será sometida a un minucioso proceso de mantención que incluye trabajos de retiro de la antigua pintura y especies que se adosan bajo la línea de flotación, reparación de piezas dañadas y pintado para ser reinstalada el próximo lunes 08 de mayo.
En su lugar permanecerá en forma provisoria la denominada "boya de respeto", estructura construida en fibra de vidrio y que se utilizó en forma oficial hasta 1995, cuando fue reemplaza por la actual estructura de metal.

En la maniobra participó personal de la Gobernación Marítima y Capitanía de puerto de Iquique, buzos de salvataje del Centro de Mantenimiento de la Cuarta Zona Naval, la dotación completa del Patrullero de Servicio General " Contramaestre Ortiz" y personal especialista del Policlínico Naval Iquique.
Los trabajos comenzaron cerca de las 14:00 horas, cuando una grúa de alto tonelaje se encargó de poner en el agua la denominada "boya de respeto", la que posteriormente fue remolcada por el Patrullero de Servicio General "Ortiz", buque encargado de trasladarla hasta el lugar donde se encuentra la boya oficial.
Allí comenzó una de las fases más críticas de toda la maniobra cuando buzos de la Partida de Salvataje de la Cuarta Zona Naval, junto a buzos de la Capitanía de Puerto de Iquique se encargaron de desenganchar el sistema de anclaje que mantiene en su lugar a la boya oficial, liberarla y posteriormente enganchar la de respeto.
Al respecto, el Comandante del Patrullero de Servicio General "Contramaestre Ortiz", Capitán de Corbeta Lars Christiansen Pescio destacó que esta fase de la maniobra requiere de un alto grado de precisión y coordinación entre todo el personal involucrado, permitiéndoles así, al cabo de dos horas de arduo trabajo, culminar con pleno éxito el cambio de boyas.

Historia
El origen de la simbólica Boya Esmeralda se remonta a principios del siglo pasado, cuando la tripulación de un barco de guerra inglés que fondeó en la rada de Iquique propuso homenajear la memoria de Prat y sus hombres. Inmediatamente los oficiales del crucero "Blanco Encalada" iniciaron los trabajos respectivos hasta que en 1910 una boya luminosa fue echada al mar.
Con el tiempo se sucedieron nuevos reemplazos, hasta que el 21 de mayo de 1928 se instaló una boya de acero, con acumuladores de gas acetileno para su funcionamiento.
El 25 de mayo de 1972 se reemplazó la antigua estructura por una de fibra de vidrio la cual tenía un peso aproximado de 3.500 kilos y un sistema de iluminación eléctrico. En agosto de 1980 la boya recibió su pabellón de combate donado por la Gerencia General de la Junta Administradora y Vigilancia de la Zona Franca de Iquique, dando con ello inicio a la tradición de cada 21 de mayo de izar el pabellón nacional en el mástil de la boya.
El 12 de mayo de 1995, la anterior boya fue sustituida por otra de acero de 12 pies de diámetro con baranda y mástil central. Meses después y a pedido de la comunidad iquiqueña fue modificada su estructura superior para conservar la forma y los colores tradiciones, siendo fondeada el 11 de octubre de 1995.
Esta es la boya que permanece gran parte del año en la bahía de Iquique señalando el lugar donde yacen los restos de la gloriosa corbeta "Esmeralda". Sólo permanece fuera del agua, el tiempo necesario para realizarle las labores de reparación y mantenimiento necesario, lo cual sucede en abril de cada año.
A principios de mayo es devuelta al mar, totalmente remozada y con su mejor apariencia, para la conmemoración de las Glorias Navales. Durante su ausencia, su lugar es ocupado por la boya que se utilizó oficialmente hasta 1995 y que el resto del año permanece en tierra, frente a la Gobernación Marítima.