Con tradicional Ofrenda Pampina la Intendencia Regional homenajeó a los Héroes de Iquique

Domingo 24 de mayo 2020

Para los pampinos, no hay barreras y es así que sus creaciones, adornan y embellecen las tumbas de quienes en vida tanto quisieron.

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Uberlinda nació en la oficina salitrera Victoria el año 1951 y es fiel representante de la mujer pampina.

Desde la comuna de Pozo Almonte y en representación de todas las oficinas salitreras que delinearon parte de la historia tarapaqueña, la artesana en hojalatería Uberlinda Vera confeccionó una corona de flores de hojalata para homenajear a los Héroes del Combate Naval de Iquique, la que fue depositada por el Intendente Regional de Tarapacá Miguel Ángel Quezada.

La historia de coraje y valentía de los Hombres de Mar de Tarapacá está fuertemente ligada a la pampa salitrera. La riqueza histórica de esta tierra nortina permitió que junto a ella se tejieran incontables historias y en manos del marino, estuvo la responsabilidad de transportar sus frutos y el orgullo de defenderla.

Atesorando ese sentimiento, al conmemorarse 141 años del Combate Naval de Iquique, el Gobierno Regional de Tarapacá rindió un profundo homenaje al capitán de Corbeta, Arturo Prat Chacón, y a toda su tripulación, a través de esta corona de hojalata elaborada para esta reconocida artesana.

Uberlinda nació en la oficina salitrera Victoria el año 1951 y es fiel representante de la mujer pampina, contribuyendo a la preservación de la tradición de confeccionar coronas de flores de papel y hojalata, propias del arte funerario de la cultura pampina, la que debe convivir con la fuerza del sol del desierto más árido del mundo, que hace casi imposible la colocación de flores naturales en los camposantos.

Para los pampinos, no hay barreras y es así que sus creaciones, adornan y embellecen las tumbas de quienes en vida tanto quisieron, como una ofrenda a sus recuerdos y el legado de quienes han partido.

La artesana, quien realiza esta práctica desde hace más 30 años, fue reconocida como Tesoro Humano Vivo de Chile en el año 2012, por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, por mantener viva la tradición de elaborar estas coronas de flores en hojalata, papel seda y papel crepé.