Armada recibió documental sobre el Conflicto del Beagle

Martes 5 de Septiembre del 2017

A través de seis capítulos, el documental incluye el testimonio de 42 protagonistas de la época, algunos de ellos fallecidos, que pretenden desentrañar las razones por las cuales este conflicto no se transformó en una guerra

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Al estreno del documental asistió el Comandante en Jefe, Almirante Julio Leiva

Fruto del trabajo de más de ocho años, el pasado jueves 24 de agosto, en una función privada se presentó el documental “1978, la Guerra del Beagle”, producción que destaca el esfuerzo del Estado de Chile y de sus Fuerzas Armadas para evitar una guerra con Argentina, por la adjudicación de las islas Picton, Nueva y Lennox e islotes adyacentes.

Esta realización fue entregada a la Armada de Chile por la Corporación Cultural Arturo Prat con motivo a su Bicentenario, siendo producida por el ingeniero y Oficial de la Compañía de la Reserva Naval Yates, Rodrigo Álamos, dirigida por Eduardo Tironi, y con la participación de la historiadora Patricia Arancibia.

Rodrigo Álamos, comentó que “esta es una historia que se conoce muy poco porque precisamente este conflicto no fue una guerra, y su principal logro, es justamente haberla evitado. Este documental es un homenaje a quienes participaron en todos los ámbitos: militares, civiles y de gobierno”.

A través de seis capítulos, el documental incluye el testimonio de 42 protagonistas de la época, algunos de ellos fallecidos, que pretenden desentrañar las razones por las cuales este conflicto no se transformó en una guerra, pese a que las órdenes de iniciar el ataque fueron dadas por ambos países la noche del 21 de diciembre de 1978.

Uno de estos motivos, se debió al mal tiempo vivido esos días en la zona austral, lo que generaba un difícil desembarco de tropas argentinas a las islas del Beagle, y la limitación de su portaaviones. En segundo lugar, se aprecia, casi imperceptible, la voluntad de Estados Unidos de evitar una guerra entre dos naciones que consideraba en su ámbito de influencia. Finalmente, la energía del gobierno chileno era defender por todos los medios, lo que legítimamente es nuestro.

El Capitán de Navío (R) Christian de Bonnafos, recuerda con exactitud el 4 de julio de 1978, fecha en que integraba el Escuadrón de Helicópteros de la Escuadra, que se acababa de conformar a través de la adquisición de diez aeronaves. “Era una tarea bien compleja comenzar a operar en las plataformas de los buques, considerando los vuelos nocturnos. Salir de una cubierta diminuta y enfrentarse al mar oscuro, incluyó un serio accidente en cual uno de nuestros helicópteros cayó desde la Fragata Condell, lamentando la pérdida de dos pilotos. En ese accidente, yo iba de copiloto y esa noche pasé a ser el Comandante del Escuadrón”.

Para el Suboficial (R) Ernesto Paredes, quien se desempeñaba en ese entonces como Radio Operador de la Fragata “Condell”, su misión “era captar las emisiones electromagnéticas del adversario, tanto su posición, y las comunicaciones que se generaban entre las unidades argentinas. Este panorama de control nos generaba una sensación de estar bien preparados para hacerle frente en cualquier momento”.

Por las características de la crisis, el trabajo más arduo fue para la Armada, institución que organizó la defensa en la zona austral.  De esta forma, los Infantes de Marina pasaron el año completo en las islas; la Aviación Naval, cumplió labores de reconocimiento en las aguas del Atlántico Sur, el Submarino “Simpson”, conformaba la primera línea de defensa, mientras que los diez buques de la Escuadra, se preparaban para evitar el avance de las unidades argentinas.